El viernes último, los jaeneses hemos asistido a lo que sin equívoco alguno, podríamos llamar, el día más trascendente para esta ciudad.
Atisbamos su magnitud, por lo que significa, remover los escombros que ocultaron por 45 años un trabajo silencioso, casi anónimo y sin ningún reconocimiento, a uno de los más insignes Alcaldes que tuvo esta provincia, nos referimos al Ingº Ricardo Neyra Mon toya, quien le puso la imaginaria primera piedra al cambio de rostro de esta ciudad, transformando su apariencia aldeana por la que hoy ostenta.
Cincuenta años parecería ser NADA en el tiempo estancado, con gobernantes locales que no han podido mantener el pie en el acelerador para continuar con la velocidad de los cambios que en la década del 60 se empezaron y que al iniciarse hoy, la ejecución del Proyecto «Ampliación y Mejoramiento de Redes de Agua Potable y alcantarillado», definitivamente esta ciudad empezará a recuperar el sitial que hace tiempo lo perdió.
Lamentablemente, este gran acontecimiento, nos encuentra en pleno fragor de una campaña electoral y como se viene observando, lo están usando para, además de llevar agua al pueblo, también llevar agua a sus molinos electorales. Pero no nos dejemos impresionar, esta obra no se hace con el dinero de los bolsillos del presidente regional, ni del alcalde provincial; es un aporte del gobierno japonés y no por iniciativa de los que hoy se colocan en medio, sino, porque, el Imperio del Sol Naciente, tiene sus virtudes de escondida generosidad y los casi cien millones de soles que se invertirán en esta obra, es dinero que se devolverá en 15 años con el canon minero, por lo tanto, su trascendencia aumenta en cuanto al dinero que nos llega, y que no se saquen mucho «lustre» los gestores autoproclamados; porque para eso fueron elegidos por el pueblo y además para éso ganan un apetecible sueldo.
Sin embargo, los probelmas de saneamiento básico no terminarán con esta obra inmensa, puesto que, aún no se ha logrado convencer a los que desde hace medio siglo también, se acostumbraron a vivir como dirigentes de comités vendiendo aguas contaminadas.
Para quienes se sugiere, que si la persuación no ha surtido sus efectos, están los instrumentos legales para persuadirlos de otra manera, si se tiene en cuenta que de por medio está la salud y la vida de miles de jaeneses, cautivos de tales organizaciones vecinales.
Sólo así, la obra que hoy se inicia, podrá cumplir sus fines primordiales, no permitiendo que se siga traficando con la necesidad de los consumidores.
Pero no seamos egoístas, no miremos a Jaén como el centro de todos los distritos de los que casi la totalidad adolecen de este servicio básico. Que no solamente se ofrezca en estas temporadas donde los votos se consiguen con ofertas, muchas veces incumplidas, si no que, se haga un compromiso bajo juramento, de no descansar hasta que todos los pueblos grandes y pequeños beban AGUA POTABLE y no aguas tratadas.
Vamos a dar el primer paso, preparémonos para dar los pasos siguientes; pero mirando más allá de nuestros cerros y nuestro valle.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
Atisbamos su magnitud, por lo que significa, remover los escombros que ocultaron por 45 años un trabajo silencioso, casi anónimo y sin ningún reconocimiento, a uno de los más insignes Alcaldes que tuvo esta provincia, nos referimos al Ingº Ricardo Neyra Mon toya, quien le puso la imaginaria primera piedra al cambio de rostro de esta ciudad, transformando su apariencia aldeana por la que hoy ostenta.
Cincuenta años parecería ser NADA en el tiempo estancado, con gobernantes locales que no han podido mantener el pie en el acelerador para continuar con la velocidad de los cambios que en la década del 60 se empezaron y que al iniciarse hoy, la ejecución del Proyecto «Ampliación y Mejoramiento de Redes de Agua Potable y alcantarillado», definitivamente esta ciudad empezará a recuperar el sitial que hace tiempo lo perdió.
Lamentablemente, este gran acontecimiento, nos encuentra en pleno fragor de una campaña electoral y como se viene observando, lo están usando para, además de llevar agua al pueblo, también llevar agua a sus molinos electorales. Pero no nos dejemos impresionar, esta obra no se hace con el dinero de los bolsillos del presidente regional, ni del alcalde provincial; es un aporte del gobierno japonés y no por iniciativa de los que hoy se colocan en medio, sino, porque, el Imperio del Sol Naciente, tiene sus virtudes de escondida generosidad y los casi cien millones de soles que se invertirán en esta obra, es dinero que se devolverá en 15 años con el canon minero, por lo tanto, su trascendencia aumenta en cuanto al dinero que nos llega, y que no se saquen mucho «lustre» los gestores autoproclamados; porque para eso fueron elegidos por el pueblo y además para éso ganan un apetecible sueldo.
Sin embargo, los probelmas de saneamiento básico no terminarán con esta obra inmensa, puesto que, aún no se ha logrado convencer a los que desde hace medio siglo también, se acostumbraron a vivir como dirigentes de comités vendiendo aguas contaminadas.
Para quienes se sugiere, que si la persuación no ha surtido sus efectos, están los instrumentos legales para persuadirlos de otra manera, si se tiene en cuenta que de por medio está la salud y la vida de miles de jaeneses, cautivos de tales organizaciones vecinales.
Sólo así, la obra que hoy se inicia, podrá cumplir sus fines primordiales, no permitiendo que se siga traficando con la necesidad de los consumidores.
Pero no seamos egoístas, no miremos a Jaén como el centro de todos los distritos de los que casi la totalidad adolecen de este servicio básico. Que no solamente se ofrezca en estas temporadas donde los votos se consiguen con ofertas, muchas veces incumplidas, si no que, se haga un compromiso bajo juramento, de no descansar hasta que todos los pueblos grandes y pequeños beban AGUA POTABLE y no aguas tratadas.
Vamos a dar el primer paso, preparémonos para dar los pasos siguientes; pero mirando más allá de nuestros cerros y nuestro valle.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario