Sinceramente me he quedadao perplejo, viendo las imágenes en los noticiaros televisivos de lo que unos llaman «enorme fé» y otros «fanatismo», otros «enfermedad», al ver escenas casi desgarradoras de niños que van rampando por escabrosos caminos, madres arrastrándose de espaldas llevando al hijo de sus entrañas sobre el pecho, cojos, mutilados, ciegos, enfermos cancerosos, sidosos, etc., en lo que se llama PEREGRINAJE para honrar al «Señor Cautivo de Ayabaca» en estos sus días de Fiesta.
He consultado a sacerdotes tanto católicos como los otros y no he podido hallar una respuesta que explique fehaciente mente tales escenas. Volví a revisar la Biblia, Libro de Jeremías: 10:6... y encuentro parte de las raíces de estos ritos tradicionales, 1,500 a 2,000 años antes de Cristo con los Babilonios y los romanos después. Pero que se haya escrito en los Evangelios, ni una jota y lo que más se debe recordar en el libro de Exodo, es la ira de Moisés cuando tardó unos días en recibir las Tablas de la Ley y halló a sus feligreses embriagados festejándole a un ternero esculpido en oro de las joyas que sacaron de su pueblo en Egipto;tales exhabruptos de la populachería nadie los ha modificado y mucho menos colocarse frente a ellos para contrariarlos es como para salir crucificado de nuevo.
Pero sí hay quienes siempre alentaron estas formas de rendir culto a Dios y son éstos, los que miran complacientes y por lo bajo extienden sus manos pecadoras para bendecir lo in-bendecible.
Mirando con fríaldad, sin fanatismo alguno y desde un ángulo muy lejano, tanto «amor», tanto «fervor» religioso por una imagen que la admitimos ha de ser «sagrada» me pongo a pensar. ¿Qué estará diciendo el tan mencionado Padre Nuestro que estás en los cielos...? Supongo que se sentirá despreciado viendo que ya no le invocan a él, si no a un retrato que ni siquiera es suyo, porque no hubieron fotógrafos en sus tiempos para que le graben, para colmo de su sagrada paciencia y bondad y viendo escenas de niños, arrastrándose en penitente perigrinaje, como los verá Ud. en una de las fotos del costado, me pregunto también ¿Quién les habrá dicho que la salvación o el perdón de los pecados se sigue con esos métodos? y sigo mirando más escenas de discapacitados, de gente «buena» que lleva enormes maderos al hombro tratando de imitar a Cristo, me vuelvo a preguntar
¿Imitar a Cristo cargando una cruz? ¿Porqué no imitarlo siguiendo sus enseñanzas?...y camino en la imaginación junto a los sangrantes penitentes y encuentro que bien arriba al homenajeado «representante» de Cristo le han colocado joyas, dinero, prendas de diversos valores y vuelvo a recordar al becerro de oro en el desierto del Sinaí; pero no encuentro una explicación y de inmediato echo mano a los culpables de todas estas desvíadas tradiciones, ya no quisiera señalarlos a los de siempre, si no que desde Martín Lutero hasta hoy, también hay muchos responsables de todo ésto: ¿Qué tanto predican los no católicos?
¿Qué tanto enseñan y sus discípulos no aprendieron nada? o es que enseñan tan mal que nadie les entiende?...¿Es que la Biblia, de la que dicen es la palabra de Dios, aún no se hadifundido tanto como se supone? O es que esa palabra de Dios está devaluada y hay que seguir escuchando a las imágenes, a los santos a las esculturas...?
Realmente, ya no me alcanza la imaginación para encontrar alguna respuesta satisfactoria a todo ésto, a lo mejor la encuentre cuando acompañe desde Jaén, rampando o reptando con mi madero al hombro, pero será para la próxima vez.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente: El Director.
No diga nada. Están buscando a otro Dios que se les ha perdido.
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