Si nos remontamos a los orígenes más remotos cuando los griegos concibieron esta fórmula «la mejor entre las peores» para gobernar, vamos a terminar en la más completa confusión; porque en aquellos tiempos, los estados o naciones no tenían tantos habitantes como ahora.
Estamos hablando sobre un mundo superpoblado con países en los que los consensos para gobernar suelen ser cada vez más difíciles, si se tiene en cuenta que, todo ha ido evolucionando desde que se «descubrió» esta fórmula política para el gobierno de los pueblos, aquí no se ha modificado nada, seguimos creyendo que la democracia es «el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo»; pero en la práctica, como verán, no es así.; y esto que solamente estamos refiriéndonos a nuestro país, que figura entre los «subdesarrollados», «tercermundista».
El reciente proceso electoral, que no pasa aún, nos está mostrando las enormes deficiencias, falencias y vacíos que los tecnócratas y estadistas ya no saben cómo maquillar, pese al apoyo de la cibernética, los escrutinios de antes, conteo a mano, con máquina de escribir y sumadoras de palanca, eran mucho más rápidos; tampoco es la solución el «voto electrónico», conforme ya lo analizaron los especialistas en el Congreso. Aquí hay algo que los apasionados por gobernar o por mantenerse en el poder, no quieren ver y hacen hasta lo imposible porque el pueblo no se entere.Puesto que se le está mintiendo, desde que se promulgó la ley de partidos políticos ¿Qué partidos políticos democráticos tenemos? Con toda certeza: ninguno. Todas son agrupaciones o asociaciones de interés social y económico, utilizan argumentos publicitarios mucho más sagaces y embusteros que los comerciales. Empezando por el presidente de la República ¿qué cumplió de lo mucho que ofreció?. Este mal ejemplo sigue arraigado en los otros gobernantes que ahora los tenemos por «secciones», regionales, provinciales y distritales. El país entero es un caos, por donde se le mire. La elección en la capital de una candidata que no es del agrado de los que siempre estuvieron parasitando en el poder, ahora los está descomponiendo y cual extraño zoológico empiezan a buscar uniones y alianzas entre perros, pericotes y gatos... Por afvor: ¿Esto es democracia? y no hablamos por lo que sucede en los congresistas que tienen sus «portavoces», nadie es libre de poder expresaar lo que le interesaría a quienes representa, si lo hace por su cuenta, se queda sin respaldo y seguimos en este círculo vicioso. Otro ejemplo de esta descomposición de formas y fórmulas es lo que acaba de suceder dentro del «partido» aprista. Embelesado por las piernas y rostro de la señora Mercedes Aráoz, el Presidente García Pérez la impuso primero como ministra y ahora como candidata a la presidencia del país, «representando» a su partido. Y los apristas de todo el país han empezado su diáspora junto a las muestras de su total descontento. De otro lado, un representante del toledismo que busca desesperado con quién asociarse y otra mentira más, la que utilizan los desesperados profesionales de la politiquería, que ya están en campaña; pero para conservar las formalidades dentro de la mentirosa «ley de partidos políticos», se esfuerzan para decir que «aún no han sido elegidos por la asamblea partidaria». ¿Quién podrá creerles? ¿Qué asamblea la eligió a doña Aráoz? ¿Qué asamblea va a elegir a don Ollanta?, como que tampoco hubieron «asambleas» que eligieron a Ruiz Paredes, José Arista, Catalino Reyes o don Beto Delgaado, en Amazonas y en Cajamarca a don Goyo Santos, o a don Gílmer Fernández o a don Walter Prieto. Entonces como dicen los mexicanos, no nos hagamos los tarugos. Aquí no hay gobierno del pueblo para el pueblo, son los dueños de las empresas que se forman los que se colocan y son los demás asociados los que trabajan para que gane y una vez que llega al poder, ya sabemos lo que hará.
¿Esta es democracia?...
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente: El Director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario