DE ABOGADOS; PERO DE LOS BUENOS
Un policía de carreteras detiene a un abogado que conducía su auto a excesiva velocidad y se produce el siguiente diálogo:
-Policía: Ud. viene conduciendo a excesiva velocidad (al mismo tiempo que saca su talonario de papeletas) ¿Puedo ver su licencia de conducir?
-Abogado: No tengo. Me la suspendieron la última vez que cometí una infracción.
-Policía: ¿Puede mostrarme su tarjeta de propiedad?
-Abogado: el auto no es mío, me lo robé...
-Policía: ¿El auto es robado?
-Abogado: Sí; pero la tarjeta de propiedad está en la guantera. La ví cuando guardé mi pistola...
-Policía: ¿Tiene un arma en la guantera?
-Abogado: Sí, la coloqué allí después de matar a la dueña del auto y poner su cuerpo en la maletera.
-Policía: ¿Lleva un cadáver en la maletera?
-Abogado: Sí señor...

Al escucharlo, el policía alarmado, llama por radio a la central, al poco rato llegan varios patrulleros al mando de un capitán, todos con sus manos puestas en sus armas. El capitán se le acerca cuidadosamente al abogado:
-Capitán: Puedo ver su licencia de conducir?
-abogado: Por supuesto, aquí la tiene.
-Capitán: ¿A quién pertenece el vehículo?
-Abogado: A mí. Aquí tiene mi tarjeta de propiedad.
-Capitán: Por favor, abra la guantera para verificar si hay un arma adentro.
-Abogado: Sí jefe, con mucho gusto. (El capitán revisa y no hay nada adentro).
-Capitán: Puede abrir la maletera del auto.
-Abogado: Con mucho gusto. (El capitán examina y ve que no hay ningún cadáver)
-Capitán: No comprendo: el policía me informó que Ud. no tenía licencia de conducir, que el auto era robado, que llevaba un arma en la guantera y un cadáver en la maletera...
-Abogado: ¡Qué mentiroso es su policía...Y apuesto que le dijo que conudcía a excesiva velocidad...y todo por no querer darle el dinero que me pedía!... (Dr. P. Falla).
-ENOJADOS:
-Pepe recibe una carta que contiene un papel en blanco. Es de julia, mi mujer.
-¿Cómo sabes? Le pregunta su amigo.
-Es que estamos peleados y no nos hablamos...
PEQUEÑOS COLMOS:
-El de un sordo: que al morir, le dediquen un minuto de silencio.
-El de un enano: que un policía lo pare y le diga ¡Alto!
MENDIGO
-Un indigente recorría las calles pidiendo limosna, hasta que se encuentra con un señor de esos que no suelen creer en la indigencia. Se le acerca y le pide: « una limosnita por favor!.
-El parroquiano lo mira acercándose bien y le dice: ¿Porqué no se pone a trabajar?
-El indigente le contesta en el mismo tono de voz y con arrogancia de pudiente: ¡Yo le pedido limosna y no consejos!
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