Muy distante han
de quedar los problemas políticos que CONGA NO VA o SI VA, etc. Lo que el
presidente regional y toda su maquinaria política pretenden maquillar,
minimizar y hasta ocultar es uno de los más sonados casos que en su tiempo
fueron el centro de la noticia y la comidilla en todos los sectores de esta
parte del país, cuando en el año 2005, sicarios ingresaron al domicilio de la
familia Mera-Santa cruz en el caserío «China Alta», distrito de Huarango y
mataron a cuatro miembros de esa familia.
Los hijos sobrevivientes acu dieron a los
ronderos cuyo sector estaba presidido por el entonces profesor Gregorio Santos
Guerrero y a partir de ese episodio de sangre se desencadenó una
cinematográfica historia que la entregaremos por partes a nuestros lectores.
Primero.- Acusado como autor de las muertes antes
referidas el agricultor ELISEO VARGAS MONDRAGÓN, los ronderos de ese sector
empezaron su cacería escalando el segundo piso de la vivienda donde
presumiblemente estaba, al no hallarlo, detuvieron a su hija, la señora
PATRONILA VARGAS SANTA CRUZ y a su mamá doña GENOVEVA SANTACRUZ. (dejamos aquí
nuestra participación en este relato, para dar pase a lo que manifestó en su
instructiva ante el representante del Ministerio Público, la señora Petronila)
Segundo. El RELATO DE LOS HECHOS:
«Fue el domingo 30 de octubre-2005, como a las 13.30 p.m. cuando
he llegado desde el sector «China Alta» a la casa de mi hermano Alfonso Vargas
Santa cruz, (38) ubicada en la calle Libertadores 236 de Puerto Ciruelo, estaba
en compañía de mi madre Genoveva Santa
Cruz Palomino y mi hermano Alfonso Vargas Santa Cruz la intención era llevar
víveres a mi casa de China Alta; mi hermano no se encontraba, pero como yo
tengo una llave de su casa he ingresado y comenzamos a limpiar y ordenar
las cosas, entramos a la habitación que
generalmente ocupo cuando llego y se encuentra en la parte interna lado
izquierdo, al promediar las dos de la tarde del 30 de octubre, es cuando aproximadamente
cien ronderos portando palos, látigos, escopetas y revólveres hicieron su
ingreso, y los que se me acercaron fueron: Esteban
Vásquez Sánchez, Edmundo Guerrero Quiñó nez y Mariano Fernández Vásquez,
me dijeron que estaban buscando a dos presos que se habían escapado de la
Comisaría de San Ignacio y me pidieron que les entregue las llaves de las demás
habitaciones. Les indiqué que las llaves las tenía mi hermano Anselmo y que
vayan a verlo a su chacra, y sin mediar mayor motivo cogieron una sierra,
cortaron los candados de las puertas, pese a que les indique que en el interior
habían herramientas de valor, seguidamente con el engaño que como en esos
momentos no portaba mis documentos de identidad, me dijeron que los acompañara
y me llevaron a empujones, a mí, a mi madre y a mi hermano, a la «Casa de
Ronda», ubicada a una cuadra, estuve unos tres minutos y en ese lapso pude
reconocer a Olga Becerra, Mauricia Sarmiento Pintado, Orfe
linda Pintado Vásquez (Presidenta de la base de rondas de Puerto Ciruelo) su
hermano Mariano, también estaban Edmundo Guerrero, Cornelio Santa cruz,
Aureliano Santa Cruz (Secretario de la base d e La Lima) Miguel
Mera Astochado, Bernardo Mera Santa Cruz, Fredegundo Santa Cruz Mera, David
Chileno;
seguidamente me hicieron ingresar al local y luego de media hora llegaron con
cajas de bebidas gaseosas los tres últimos mencionados y repartieron a los que
allí estaban. Al promediar las cinco de la tarde llegó Gregorio
Santos Guerrero; pidió que le informen la cantidad de
detenidos, seguidamente pidió que nos lleven a cada uno de nosotros a los
lugares que decidieran los presidentes y que de todos modos «se prosigan
buscando a los demás cabecillas». Luego sin que supiera los motivos de mi
detención, me llevaron a La Lima, donde me metieron a un calabozo donde pasé la
noche y al día siguiente el señor Mariano Fernández Vásquez recién me dijo que
mi detención era acerca de la matanza de la familia Mera y me dijo que acusara
a mis hermanos y a mi padre y si no lo hacía, en la noche me llevarían a la
«Pampa de los Hechos» que es un lugar donde me castigarían físicamente. Por la
noche llegaron un aproximado de 60 sujetos que gritaban «¡Viva
Gregorio Santos, ahora vamos a eliminar a los delincuentes».
En la noche me llevaron a ese lugar, me obligaron a desnudarme y al verme
Aureliano LLanos hizo un comentario obsceno de mi presona. Humberto Tenorio me
pisaba mi cabeza y Mariano Fernández, Cornelio Cruz me pisaban de los brazos.
Luego me llevaron a Yucamanchi, donde solamente pasé una noche, ya que me vieron que estaba muy
golpeada y no quisieron seguir teniéndome allí; al día siguiente me llevaron a
Chuchuhuasi a la casa de Julián García Peña, donde estuve desde las once hasta
las siete de la noche; debo recalcar que aproximadamente a las seis de la tarde
llegó Grego rio Santos Guerrero, quien al mirarme dijo: «SI NO
LOS MATAN, NO DECLARAN», después me llevaron nuevamente a La Lima,
donde permanecí 17 días presa; después de ese tiempo me llevaron a El Porvenir,
donde me recibió Humberto Tenorio Sàn chez
quien era presidente de la base El Porvenir, en este lugar estuve dos días,
donde también me golpearon con los culatazos de las escopetas en el calabozo y
me obligaban a declarar contra mis hermanos por la matanza de los Mera.
Después, Humberto Tenorio Sánchez Higinio Acaro Carmen y
Edilberto Flores Vásquez me han llevado al Centro Poblado La Laguna,
esto fue en la noche y estuve en la casa de Edilberto Flores.
Allí estuve por espacio de tres días. El 23 de nov. en la noche le pregunté a
este señor sobre mi padre y me dijo que se encontraba en Chota y en Cutervo y
que estaba pasando su cadena ronderil; pero cuando él salió, su esposa Elena
me dijo que a mi padre lo habían matado. Al día siguiente 24-nov. me llevaron
en el mismo vehículo en el cual me secuestraron, a Huarango, en el trasladao a José
Quinto le pregunté por mi padre y en forma burlona me contesto: «CON SAN
PEDRO LO ENCONTRARÁS». En Huarango se iba a desarrollar una asamblea, llegué a
la casa del Presidente de Huarango Francisco Huamán y me dijo que me tendría
libre, pese a lo que dijeran los demás ronderos; como a las 10.30 llegó Gregorio
Santos Guerrero y los ronderos hacían disparos con sus armas
de fuego, festejando la llegada del dirigente, también les hacían vivas y
hurras. Cuando ingresó a la casa de Francisco Huamán, lo primero que dijo fue: «Porqué
la tienen con la cara descubierta, nos va a denunciar».
Estaba acompañado de
Idelso Hernández Llamo y otro señor de apellido Lozada (Segundo), además de
Elianita Zavaleta García...
Fueron 83 días (casi tres meses) que pasó
esta campesina, sometida a los más viles y humillantes vejá menes, que al escuchar
o leer su testimonio, parece increíble tanta crueldad y a la vez tanta
ignorancia no solamente de las huestes del ahora presidente regional de
Cajamarca, si no, de este mismo para dirigirlos y no por pretender HAC ER
JUSTICIA, como verá en la siguiente parte de este conmovedor testimonio.
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