Hasta que por fin lo señores
jueces y fiscales que tienen a cargo el más engorroso proceso de la historia
para juzgar a un experimentado delincuente, por todo lo que pudimos palpar este
viernes desde la apertura de la audiencia, se le vio a un Juez Paari González,
decidido, enérgico y atento a no dejar pasar una tilde por parte de los
expertos legule yeros que paga el escurridizo procesado.
Al cierre de la presente edición todo parecía indicar que se prolongaría hasta el día siguiente
(sábado), pues hubo interrupciones desde su inicio a las diez de la mañana y la
persistente tendencia de los abogados de Sadón en sus intenciones de volver a
frustrar la presente audiencia acudiendo a recursos inimaginables contra todos
los cuales, los señores magistrados estuvieron preparados y tuvieron el
argumento preciso para rebatirlos, como en el caso del domicilio del principal
imputado cabecilla de la banda Gómez Torres, idem lo de la demanda por
alimentos que se hizo hacer por su
esposa con domicilio en Chiclayo, etc.
Más de cinco abogados seleccionados entre los
mejores de Chiclayo, según se comentaba en la citada audiencia. Uno de los
abogados Huber Linares de Jaén, también buscó ponerle «cabe» a la audiencia con
su inasistencia, pero los juzgadores le pusieron la alternativa.
Al finalizar el día, pero menos la audiencia,
se notaba el cansancio de juzgadores y abogados por parte de los asistentes,
bostezos y muestras de aburrimiento sin que ello turbe ni obstaculice la labor
de los magistrados, los mismos que se mostraban inflexibles en todo momento.
El Dr. Orlando Pari Gonzáles en ningún instante perdió la
ecuanimidad y tampoco dio muestras de agotamiento, pese a la maratónica
jornada. Del mismo modo el Fiscal Anticorrupción de Lambayeque Dr. José Guevara
Guilarmas (costado izquierdo), también mostró su firmeza y disposición para que
esta vez los procesados sean juzgados en el marco del debido proceso.
LA PORTATIL
Muy adiestrado y casi experto en manejos psicosociales el que
hasta hace poco era semianalfabeto alcalde de Chirinos, desde la audiencia
anterior puso en práctica una de sus «geniales» ideotas estratégicas para
impresionar a sus juzgadores, contratar extras reclutados en sectores muy
humildes de las áreas rurales, que fueron contactados por la esposa del mafioso
y en cuatro combis y una cousteer los trajeron para ubicarlos frente a la sede
del poder judicial, aunque su cerebrito no le dio para más, pues a lo lejos se
notaba que las cartulinas escritas con plumones tenían los mismos rasgos y las
mismas características, es decir, ninguno
de los reclutados pintó su cartulina con los slogans reclamando inocencia
para el delincuente en proceso. Tampoco se animaban a declarar a los medios de
prensa y los dos o tres que se animaron, cayeron en contradicciones. Hasta que
se puso en total descubierto su otra farsa que desde luego jamás influiría en
sus juzgadores.
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