
¡NOR ORIENTE! visitó el lunes último el CP de Putuyakat y conversamos con el personal que fue testigo la fatídica noche del suceso, nos mostraron el lugar exacto donde dejó al vehículo (señalado con una flecha en la fotografía) que como se aprecia, la pendiente es moderada. Se desenganchó y rodó de retroceso. Nadie vio los instantes en que el occiso quiso impedir su marcha, pues nada habría pasado si lo dejaba rodar, no hay abismo, ni viviendas donde habría colisionado. Lo cierto es que fue arrollado y pasado por las llantas que lo dejaron casi sin vida, pues duró sólo 20 minutos, constituyéndose en el único caso en el que un chofer muere atropellado por su propio vehículo.
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