No es asunto de PERCEPCION, es un tema muy delicado que debe ocupar el centro de toda planific
ación administrativa gubernamental, local, regional o nacional, especialmente para referirnos a nuestras etnias awajun-wampis.
No hemos querido magnificar las frustradas iniciativas que desde hace tiempo se vienen incubando en amplios sectores de nuestras comunidades indígenas que sienten un inocultable rechazo por todo lo que no tenga identificación con sus usos, costumbres o tradiciones.
Esto, especialmente en el sector EDUCACIÓN, que es el sector más pensante de estas etnias. Sus líderes, de diverso modo sienten rechazo cada vez que desde el gobierno regional les imponen un funcionario, como director de UGEL o en cuanlquier otra área. Claro, la explicación de los designados es que sí conocen la realidad de ellos y que sí son capaces de desempeñarse en el cargo; pero la procesión continúa por dentro. Siguen con sus frustrados deseos de gobernarse por sí solos, de no depender de un MESTIZO, que lo aceptan regañadientes.
La semana que fenece ha sido crucial y este chauvinismo o racismo ha llegado a sus más riesgosas expresiones. Por ejemplo el vejamen ocurrido al director de la UGEL de IMACITA que fue sacado de sus oficinas para llevarlo caminando hasta el colegio «Acosta Herrera» y no con buenos modales, la multitud de profesores apoyados por pobladores de la etnia, aprovecharon para pedirle en altas voces que se vaya, que no lo necesitan. Lo mismo con el Director de la UGEL de Nieva, que felizmente no estuvo en su despacho. Tales posesionamientos toman forma de corrientes sociales que están fermentándose en la conciencia colectiva indígena, que desde el punto de vista sociológico o antropológico, podría ser muy peligroso si a tiempo no se planifican acciones disuasivas concretas para dismunir esta brecha social que va en aumento.
Nororientalmente...
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