Tomàs Eusebio Roncales Villalobos
Qué orgulloso de ser hijo de un verdadero Guardia Civil, mi viejo lindo fue de aquellos policías que daba la vida por su institu ción,recuerdo cuando era niño ante una intervención rápida y oportuna tenía cinco minutos para ubicar sus polainas, bara policial y poncho cho de aguas y con mucha tristeza veía partir a mi padre que se interna bajo por las montañas en cumplimiento de su deber, para combatir la criminalidad particularmente el abieato que asolaba la zona, nunca preguntaba quiénes son ni cuantos son, sino donde están, y no regresaba hasta cumplir con el objetivo, muchas veces hambriento y sediento pero siempre fuiste ganador, hasta condecorado fuiste por acción distinguida por el Ministerio del Interior. Ejemplo fuiste para generaciones de policías jovenes que ahora te recuerdan como mucha abnegación. Te convertiste en leyenda y en admiración y de tus sabias enseñanzas como instructor forjaste grandes profesionales que ahora son grandes personalidades de la Nación. Viejito lindo ahora yaces muy delicado en tu lecho de dolor, le Pido a Dios te mantenga bajo su manto protector. En este momento que me he dado un tiempo para escribir estas líneas con lágrimas en los ojos, recuerdo con un profundo sentimiento y emoción cuando tuviste que vender tu joya más preciada que tenías que era tu revolver, q ue como policía honesto era además de tu patrimonio tu fiel e inseparable compañera y todo para darnos educación. Que grande eres tigre y que orgulloso me siento de ti.
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