En las páginas de este semanario durante casi 40 años, nos hemos ocupado de los casos más sonados de corrupción con el propósito de contribuir en algo a la moral pública, que es uno de los fines primordiales que perseguimos. Pero esta vez, se acabaron los adjetivos para los que hacemos ¡Nor Oriente!. Ya no sabríamos qué decir por las evidencias contundentes que han llegado a nuestro poder en un informe de 253 páginas, emitido por el grupo de trabajo del Congreso de la República que desde fines del año pasado estuvo investigando las obras y proyectos en ejecución en el gobierno regional de Cajamarca, bajo la tutoría política directa de GREGORIO SANTOS GUERRERO, el IDEÓLOGO, politiquero convertido ahora en JEFE DE BANDA DE ASALTANTES que nos tiene secuestrados a los cajamarquinos.
Confiamos aún en nuestra JUSTICIA que ya empezó con la incautación de DOCE propiedades a este delincuente y faltan muchas más a los de su entorno o pandilla. Desgraciadamente las cargas procesales con tantos corruptos en la administración, hacen que los procesos judiciales caminen demasiado lentos; pero no por ello vamos a dudar que a estos desgraciados la justicia les llegará.
Durante tres días nos tomamos el trabajo de analizar y leer el informe que mencionamos líneas arriba y no nos queda duda para una primera conclusión de calificar a SANTOS Y SUS CÓMPLICES como ¡CRIMINALES DESGRACIADOS! al haber sustraído millones de soles en sólo cuatro contratos para construir los hospitales de Jaén, Cutervo, Cajabamba y San Ignacio, que para muestra objetiva, allí los tienen a la vista. ¿Quién fue GOYO SANTOS hasta antes de ser elegido gobernante regional de Cajamarca? Un profesor de primaria con muchas habilidades para engatuzar. Destituído por alquilar su plaza docente, como el mejor pergamino que muestra su real catadura delictiva.
Nororientalmente: EL DIRECTOR.
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