Ahora que ya hay en diversos sectores de nuestra sociedad aguarunas y huambisas ilustrados o instruídos, además de las otras etnias, nos sigue preocupando la nefasta «herencia» que todavía arrastran al prestarse o «regalarse» como «payasos» especiales para los circos que organizan los «mestizos», los trasladan como «ganado» para exhibirlos en sus celebraciones que inocentemente acceden para desfilar con sus atuendos peculiares, que ni siquiera las autoridades que los invitaron los valoran, la gente que los mira, no aplauden el arte de sus presentaciones, los aplauden como si fueran parte del elenco de payasos que contrataron para la fiesta, con las voces a medias: «van a desfilar los chunchos». Indigna esta bajeza; pues si serían valorados en su real dimensión social, no los tendrían abandonados en sus antiguos hábitat, con locales escolares que así se les llama porque albergan niños ¡Qué vergüenza! Tanta ingenuidad..
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