No nos atreveríamos a concluir, si es por efecto de la comunicación digital cibernética, o porque realmente están soplando nuevos vientos en nuestra JUSTICIA PERUANA, aquella que sus magistrados eran el émulo de los históricos jueces romanos IUDEX (en latín), de los CONSULES en Roma, etc. a los magistrados peruanos que en los inicios del siglo pasado que quisieron parecerse (en la vestimenta) mucho con sus antecesores del GRAN IMPERIO, pero esas imitaciones fueron quedando en la toga o la vestimenta y poco a poco el virus de la corrupción fue minándolos hasta llegar a lo que tenemos ahora, desde luego con muy meritorias y honrosas excepciones.
Nos preocupa si realmente estamos ante el inicio de un cambio para limpiar la imagen de nuestra justicia nacional? o simplemente nuestros magistrados se están reciclando para después volver a ser los mismos de antes.
En este Semanario somos incansables denunciándolos como verá en esta edición y desde que empezamos hace 40 años; porque, consideramos que no hay peor bajeza, degradación, ofensa o atentado contra nuestra la sociedad y nuestros principios democráticos que un MAL JUEZ (o MAL FISCAL).Les pediríamos a nuestros lectores se pongan en los zapatos de un inocente que fue sentenciado porque no tuvo dinero para defenderse o porque su adversario le pagó al juez o fiscal para acusarlo, etc., de estos casos hay innumerables.
Lo que motiva nuestro interés por ahora es que, se vienen terminando los apellidos de alcurnia o de abolengo en la designación de magistrados y son protagonistas ahora por ejemplo un CARHUANCHO o un DOMINGO PEREZ o RAFAEL VELA, que para el congresista (de apellido europeo) Carlos Tubino, APESTAN. Son éstos los que están empezando a rescatar nuestra justicia tan desprestigiada. Ojalá no se detenga este proceso de RESCATE.
Nororientalmente: EL DIRECTOR.
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