«EL único delincuente que no vuelve a delinquir es el delincuente muerto», así se lee en el parabrisa posterior de una de algunas unidades policiales que circulan (no en Jaén, pero ya lo harán) y claro está que hay un hartazgo a nivel nacional por el incremento de la delincuencia, reabastecida ahora con las fronteras abiertas para inmigrantes venezolanos que nos llegan de todo y nos atreveríamos a decir, más de conducta dudosa que de los otros.
Al respecto el Dr. Juan José Quispe del Instituto de Defensa Legal (IDL) sostiene: «Que si este mensaje viralizado es cierto, la policía tiene licencia para matar por ORDEN expresa del Ministro del Interior. Se acabaron los Derechos Humanos en el país. Una cosa es abatir al delincuente en un enfrentamiento y otra es ASESINARLO por la espalda y desarmado. El primer acto, exime de responsabilidad penal, el segundo te lleva a la cárcel por asesino». Preguntamos: ¿A dónde quiere llevar este gobierno a nuestra policía?
Podríamos retroceder a las épocas del aprismo con Agustín Mantilla y su «comando Rodrigo Franco» o a los «comandos de aniquilamiento» del fujimorismo?
Nadie se opone a combatir la delincuencia; pero nadie podrá negar que tenemos una policía poco o casi nada instruída o entrenada para disernir en materia penal o legal con apenas un año de formación en sus escuelas.
Esperemos que el uniforme y el arma de fuego que les da el Estado sean utilizados con mucha responsabilidad, para no retroceder a épocas de barbarie que tanto daño nos han causado.
Nororientalmente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario