Ningún peruano en sus 5 sentidos y que quiera un poquito a su país, puede dejar de ver la cruda realidad que se hizo más grave en el año 2016 cuando se eligió a las autoridades que hoy nos dirigen, y es que cuando se habla de política, nunca se puede esperar nada bueno ya que no hay quien se salve de verse en el charco de lodo embarrado hasta el trasero. Sin embargo, el caso de los fujimoristas sí sobrepasó todas las “expectativas” y ya todos sabemos de lo que son capaces de hacer con tal de salirse con la suya.
El mensaje a la nación del “encargado de la presidencia” (como muchos personajes de la política nacional lo han tildado, y que dista mucho de la realidad y solo demuestra el alto nivel de incomodidad que tienen con Martín Vizcarra), ha remecido, sin duda, las tripas de más de un parlamentario naranja que no esperaba que prácticamente lo retaran a dejar su cargo el próximo año y que con eso demuestren que realmente le interesa el bienestar del país, y no llenarse los bolsillos con el dinero del pueblo.
Y como era de esperarse, las respuestas a tremendo anuncio no se hicieron esperar. Como fieras que defienden su presa en temporada de hambruna, estos sinvergüenzas salieron a decir, en afán de aferrarse a su puesto y su sueldazo, que no es posible llevar a cabo esta reforma constitucional y que Vizcarra se cansó de gobernar, por eso lo único que quiere es irse. Pero para nadie es un secreto que estos congresistas, mal llamados “padres de la patria”, ponen el grito en el cielo porque tienen sus intereses de por medio y que precisamente no son los de cualquier peruano promedio.
Lo que Martín Vizcarra ha propuesto al congreso, es que todos se vayan en el 2020. Ni siquiera ha dejado libre la posibilidad de que él se quede en la presidencia, como para creer que se está convirtiendo en un dictador; lo que queda claro es que él busca que esta crisis política, que ya se ha vuelto insostenible, se termine y haya un nuevo comienzo.
Lo cierto también es que los peruanos estamos hartos de tener que soportar a estos personajes nefastos que se la llevan fácil y poco hacen por nosotros. Es cierto que el pueblo los eligió (lamentablemente), pero también es cierto que el pueblo ahora pide a gritos que se larguen y que den paso a un nuevo comienzo a miras del bicentenario de la república. El presidente ya presentó formalmente el proyecto de ley para que tanto el ejecutivo y el legislativo terminen su mandato el 2020, ahora solo queda ver si es que los flamantes congresistas aceptan o van a buscar quedarse para seguir llenándose los bolsillos. (D.V.B)
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