Desde luego que entre ambos personajes no hay punto de comparación, en lo personal y mucho menos en lo cultural, son antípodas. Pero sí podríamos identificar dos aristas en común por los que se les puede asociar: uno, en lo que a sus mesianismos respecta. Adolfo Hitler quería «salvar» su raza e imponerla por sobre las demás. Los judíos le apestaron y empezó a exterminarlos (más de 6 millones) usando los más crueles métodos. Otro, los dos son militares.
Los que hacemos ¡Nororiente!, no somos políticos, mucho menos tenemos simpatía por lider alguno, apuntamos al bienestar de nuestra nación.
Como conocedor de ambos personajes, admiro mucho al extremista alemán; PERO, como orador, uno de los más grandes en el mundo, también como escritor y político, a diferencia del nacional; PERO NADA COMO GOBERNANTE. Es cierto, hizo de alemania una de las más grandes potencias de su época; al mismo tiempo terminó destruyéndola para quedar reducida a su mínima expresión y como todo cobarde, terminó autoeliminándose para eludir ser procesado.
Casos como éstos, la HISTORIA que es la Madre de todas las ciencias, nos tiene numerosas ilustraciones y en nuestro país hoy que empieza a asomar su cabeza este embrión de dictador extremo, sólo nos queda, alertar en algo a los que no tuvieron la oportunidad de ilustrarse un poco. Si recordamos brevemente al «revolucionario» extremista gestor de la gran revolución francesa, Robespierre; etc. Es decir hay cierta tendencia en el devenir de la historia de los países del mundo en levantarse tomando como base los cadáveres producto de sus «revoluciones». Nada aprendimos de los forjadores del más grande método o sistema para gobernarse (DEMO CRACIA), creada por los atenienses en la Grecia Clásica, donde la cultura estaba primero y no como ahora a la inversa.
Pretender frenar a las llamadas «masas», es lo más ocioso que intentaríamos, simplemente desde estas páginas seguir pregonando ¡Sálvese quien pueda!. Si no hay posibilidades de revertir el amor por el odio, nos estamos yendo a la mierda todos. Esperemos que en el nuevo congreso, prevalezca la sensatez por encima del salvajismo mesiánico.
Nororientalmente: ...
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