Hace algunos años, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en reconocimiento a la función y contribución decisivas de la MUJER RURAL, en la promoción del desarrollo agrícola y social, instituyó «EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER RURAL», señalando como fecha todos los 15 de octubre de cada año.
En nuestro país, se celebró por primera vez en el 2008 y este año, como se habrán podido percatar, mal celebrado o con muchas mezquindades, el Ministerio de Agricultura emitió algunos informes que los tomamos como referencia, para decir algo que se oculta.
Según el MINAG, en el Perú el 52% del total de agricultores en el área rural son mujeres, lo cual es un dato TOTALMENTE FALSO, al decir que son «agricultores», le dan un nivel o rango que las mujeres NO LO TIENEN, pues más que agricultoras, son OBRERAS del campo. Vean los valles de Ica, Chincha, Cañete, Huacho, Virú, Jequete peque, Motupe, Piura, Tumbes, etc., hay jovencitas que madrugan en camiones a las haciendas (ahora) entran a las pozas de arroz para sacar sus tareas de trasplante de arroz y por las tardes se «pituquean» y esa actividad no es la de una agricultora. Y sigue mintiendo el MINAG diciendo según sus estadísticas que 2’113,131 millones de mujeres peruanas que viven en las zonas rurales se dedican a la agricultura; pero no dice cómo, sibilinamente omiten el complemento de esa dedicación que es como OBRERAS o peonas.
Los peruanos entendemos que AGRICULTOR es el que tiene como actividad económica o productiva el cultivo de una parcela o chacra, también se dedica a la ganadería, el AGRICULTOR o AGRICULTORA que conduce una parcela, una finca o una chacra, es el o la que también comercializa lo que produce y como ustedes verán o sabrán, quiénes son los que se llevan por camionadas el café, cacao, arroz, maíz, etc., no son las mujeres de las áreas rurales. Estas en nuestra patria sirven para llevarles almuerzo a sus maridos que trabajan en las chacras como peones, ahora en una gran mayoría, debido a una absoluta ausencia de distribucion de nuestra economía, los campesinos y campesinas pareceleros y parceleras de las áreas rurales los encontramos en los barrios marginales de las grandes ciudades, de donde madrugan abandonando sus cobachitas para dedicarse a los negocios ambulatorios, cada vez en la peor descomposición familiar o social que induce a sus hijos al desamparo y a engrosar las filas de los pandilleros, los drogadictos y delincuentes.
Un caso patético, el DESPOJO de miles de hectáreas que en estos días les están haciendo a las mujeres y hombres de las áreas rurales de OLMOS Y LAMBAYE QUE, para subastar esas tierras que se irrigarán con las aguas de nuestros ríos, a grandes empresarios, ya no agricultores sino, AGROIN DUSTRIALES que tomarán a esos despojados como sus peones para que próximamente sean colocados en las estadísticas del MINAG como «agricultores o agricultoras».
Miremos nada más a nuestros alrededores en los valles de Jaén, Bagua o Utcubamba ¿Cuántas mujeres se dedican a conducir parcelas por cuenta propia? Si hallamos diez o 50 en cada valle, habría que felicitarnos y celebrarles SU DIA a estas valientes campesinas; pero como podrán palpar, NO ES ASI y los medios de comunicación masiva que se dejan llevar por esta falsa propaganda, sus conductores, deberían acerca bien sus miradas a nuestra realidad y difundirla TAL COMO ES para no seguir engañando a nuestros pueblos y los demás países. Nuestra realidad es otra.
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