como podremos percibir, quienes aún tengamos uso de razón y nuestros sentidos completos, en los últimos días después del 03 de octubre, se vienen produciendo muchos acontecimientos de trascendencia enorme; pero casi ninguno sale a luz, porque los peruanos seguimos conectados a las jeringas intravenosas por las que nos están inyectando abundante xilocaína.
Los primeros «adormecidos» ya fueron los candidatos que participaron en las contiendas electorales y se frotaban las manos con los conteos «rápidos», los datos «a boca de urna», etc. y hasta ya empezaron a pelearse disputándose los primeros lugares. Los tecnócratas del JNE-ONPE y sus etcéteras, se encargaron de «enfríarlos» y como verán, hasta el cierre de esta edición, permanecen tranquilitos en todo el país con las frondosas y exhuberantes excusas que nadie se atreve a refutarlas.
Mientras tanto
En Lima, un valiente parroquiano le dijo lo que la mayorái de peruanos le dicen al presidente Alan García y éste le respondió con un puñetazo que le hizo perder el equilibrio, encima sus fúbalos lo masacraron a golpes y está prohibido de abrir la boca; porque el «sanbenito» se le viene de «a tres en uno».
Pero no solamente este chismecillo, Pro-Inversión hizo un anuncio, por allí, a media boca, en el sentido que abría las puertas de par en par a las concesiones territoriales para exploración minera y al decir aquello, ya tenían en cartera o en mesa de partes los expedientes de las grandes mineras que se están lanzando al galope para sacar cada cual su más grande tajada en cuanto a explotación aurífera o petrolera se refiera.
Ya nadie se ha ocupado de las reuniones y alianzas que están haciendo apristas-pepecistas y «castañedistas», en un afán deliberado de cerrarle el paso a Ollanta Humala, quien, según encuestas de los servicios de Inteligencia del Ejército, está por encima de todas las preferencias y eso es el temor que por ahora los tiene muy asustados; pero no solamente éso; Tras la muerte de un valiente Capitán EP en el Vrae, analistas que no son del agrado del gobierno y que algunos tendrían vinculación con los altos mandos militares, aseguran que, aún no existe un verdadero plan para aniquilar los llamados «rezagos» de Sendero Luminoso en esa zona; que el Camarada «Artemio», sería algo así como la gallinita de los huevos de oro para muchos altos oficiales, puesto que quienes van a esos lugares lo hacen con el sueldo triplicado, aparte de las numerosas gollerías, ventajas y privilegios que reciben, capturan a «Artemio» y se acabó ese rico «filón» de buenos ingresos.
En líneas generales diríamos que los peruanos estamos viviendo en estos momentos los espasmos de una modorra política muy bien digitada que está sirviendo para que los grandes estrategas en materia de gobierno, gocen de los más amplios espacios y libertades en sus conciliábulos.
Esto a nivel nacional, en lo que a nuestras regiones respecta, el presidente regional de Cajamarca, se lanzó a la piscina en la creencia que está llena y como era de esperarse puso fuera y muy lejos de la sede a su encarnizado rival vice presidente Anibal Balcázar, con abundantes justifiaciones desde su punto de vista, así como el de algunos de sus «chupes» de los que abundan siempre en el entorno de estos señores o bajo sus mesas cortesanas y sus banquetes.
En Amazonas, las codicias y las avaricias van calmándose bajo los efectos de esta anestesia nacional y la espera larga de los definitivos resultados, que se han colocado como la más grande incógnita que les impide inclusive desplazarse.
Lo mismo está sucediendo en las tiendas políticas de los candidatos a las alcaldías provinciales, siguen nerviosos y hasta rabiosos que pierden la visión y requieren de anteojos para mirarse en el espejo. Demasiadas «inversiones» en la apuesta para llegar a ser gobierno local, demasiado temor para llegar a perderlo todo, demasiada codicia para recuperar una vez obtenido el ansiado botín del poder local.
Eso es lo que está pasando y esto es lo que no debe sustraernos de la auténtica realidad.
El pueblo en general que sabe expresarse de muchas formas, no debe mezclarse con estos «ingredientes» malolientes y anestesiantes. Hay tareas pendientes y problemas aún no resueltos ante los que no debemos pestañar ni dar tregua, esperando a los nuevos gobernantes, cuando nuestros problemas siguen siendo viejos y lo que necesitamos son acciones y no discursos.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente: el Director.
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