Nos referimos a la presente CAMPAÑA ELECTORAL, en la que empiezan a colocarse en vitrina los mejores rostros. Alguno(a)s como si si se tratara de un concurso de belleza.
De lo que dicen o dirán, ¡Ni hablar!...como para engañar al mismísimo Lucifer; pero estamos en un sistema que dicen es democrático, en el que lo primero que se nos recorta es LA LIBERTAD de ir o no ir a las ánforas, excepto los de la tercera edad. De modo que, no hay escapatoria y se debe acudir a depositar el tan buscado voto que llevará a los gobiernos locales y regionales a los numerosos postulantes.
Los peruanos y en especial los de esta parte del país estamos tan chasqueados que, según sondeos e intercambio de opiniones, ya no quisiéramos votar por nadie: todos dicen lo mismo, todos ofrecen hasta llegar al ansiado lugar que tanto anhelan ¿Y PARA QUÉ?...Primero por el sueldo que empezarán a recibir desde enero y segundo, para RECUPERAR lo que invirtieron en la campaña. En tercer orden, ver la posibilidad de cumplir con lo que ofrecieron.
CONCRETAMENTE EN JAEN: los aspirantes al sillón municipal, podrían tener muy buenas intenciones y hacerse ilusiones que harán tal o cual obra, etc.; pero lo que DEBEN TENER EN CUENTA PRIMERO, ANTES QUE NADA, entender que dentro del seno burocrático edil, existe un MONOBLOCK indestructible representado por los SINDICALIZADOS TRABAJADORES ESTABLES, quienes, gracias al milagro de protegerse en un mal llamado PACTO COLECTIVO, son los que hacen y deshacen, son los más privilegiados de todos los sectores laborales con 17 sueldos, subvención alimentaria y en el colmo de los colmos, con increíble estabilidad labral que va más allá de su existencia porque los hijos no sólo heredan los bienes que dejan, también el puesto de trabajo.
¿Conocen esto señores candidatos?....
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