Y no lo decimos solamente por lo que pasa en Jaén con asaltos y asesinatos al paso y en la más completa impunidad.
En tan poco tiempo nos hemos quedado en total desamparo. El asalto y muerte al casino donde laboraba como vigilante Marco Antonio Humán Díaz, en pleno centro de la ciudad, es la muestra palpable del enorme peligro que nos rodea; que nada de lo que ofrece o se dice de nuestras principales autoridades en materia de seguridad ciudadana, es cierto y no le echemos la culpa solamente a la policía, que el Estado no nos puede poner un guardián a cada familia o cada negocio para que cuide.
Hay un descontrol brutal que empieza en los hogares, para continuar en las escuelas, colegios y más allá; aunque parezca mentira, así como han proliferado las boticas, farmacias, también las organizaciones religiosas, de nada sirve la medicina para el cuerpo y para el alma; porque con paracetamoles o analgésicos diversos, así como con oraciones y predicadores AL VACÍO, el común de las gentes continúa a la deriva, porque para más iglesias y más farmacias, existen más cantinas, discotecas y chupódromos. Lo hemos visto en la reciente feria patronal en la que de los más de cien mil habitantes de Jaén, ni el diez por ciento se congregó como en otros tiempos, ésto, igual en otras partes, entonces ¿qué podemos esperar de una sociedad a la deriva, sin brújula y con los valores invertidos? Esto: asaltos y robos, violaciones y muertes.
Tenemos autoridades; pero no tenemos LÍDERES, tenemos goberenantes; pero SIN VALORES ÉTICOS, en su mayoría buscando sus conveniencias para terminar en los juzgados por ladrones. Entonces, nos falta ORGANIZACIONES POPULARES auténticas que defiendan los intereses de sus comunas y no lo de sus bolsillos ¿Dónde están los líderes de otros tiempos? Búsquelos con una linternita.
Salvo mejor parerecer...
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