Más de tres millones de soles gastó el PROYECTO ESPECIAL JAEN SAN IGNACIO BAGUA en las obras de reforzamiento ribereño de la quebrada de Jaén.
Al perecer, no hubo la supervisión o control suficiente y todo se hizo a ojo de buen cubero y a la buena voluntad de los ejecutantes y contratantes.
Desde luego, no todo está mal, pero a ese reforzamiento le faltó mantenimiento, se lo dejó a expensas de la naturaleza y como se está viendo, el caudal de nuestra apasible y casi moribunda quebrada, no es confiable, siempre suele sorprendernos y ya empezó llevándose una parte de la rampa que da acceso a la quebrada, dejando al descubierto el pésimo trabajo que hicieron con un relleno de agregados sueltos que han empezado a ser erosionados y pronto podrían quedar «ampu tada» esa rampa.
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