Aunque se prohibió la quema de muñecos, la fiesta de «fin de año» de todos modos se hizo con mayor intensidad, marqueteada por enormes campañas publicitarias empezando por los calzones amarillos, los infaltables bailes-show en discotecas, salsódromos, etc. Con anticipación camionadas de cajas de cerveza se desembarcaban para ser vendidas desde 6 hasta 10 soles, «shopings» que así se llama ahora ir de compras con la familia y a la media noche la reconstrucción superada de lo que se hizo por navidad.
Sin embargo para los que nos gusta mirar desde el balcón el bullicio del barrio nos preguntábamos si era cierto que la celebración de estas fiestas es en todo el mundo y la respuesta la tenemos de inmediato consultando los calendarios. Por ejemplo en el mundo judío, una fecha como cualquiera, enero 2020 es «tevet-shevat año 5,780», para el mundo musulmán: Yumada al-Wula, 1,441. Así de simple, el 1° de enero el sol salió y se ocultó a la misma hora. Pero como la tradición nos domina, había que celebrar, hacer compras y despilfarrar aunque las financieras después nos estén haciendo notificaciones de embargo.
Salvo mejor parecer...
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