Lider awajún le puso el dedo en la frente a Oscar Altamirano como traidor
BAGUA GRANDE.-(Radio La Voz)Jesús Manases Valverde, líder indígena
awajun y uno de los ponentes en la presentación pública del libro “La Verdad
Sobre Ba gua” que se presentara la tarde del pasado sábado en el auditorio de
la municipalidad de Utcubamba, consideró que la ciudad de Bagua Grande debería
de denominársele como “la ciudad de los samaritanos”, en alusión a la gran
solidaridad demostrada por su población el día de los trágicos hechos de la
Curva del Diablo, permitiendo rescatar de la persecución policial a cada uno de
ellos cobijándolos en los hogares de los baguagrandinos. “Los awajún nos
sentimos tan iguales con todos ustedes, estoy involucrado en el colectivo Yo
soy Bagua y donde todos debemos de estar inmersos pata luchar contra
los que verdaderamente tenemos que
luchar como es la defensa de la justicia” acotó. Tras hacer una diferenciación
sobre lo que fue el informe en mayoría con el de minoría que investigaron los
lamentables hechos del 5 de junio del 2009 en el denominado Baguazo, Jesús
Manases dijo que la mayoría atribuye a que la responsabilidad de los hechos
debe de recaer sobre los indígenas como lo que actualmente está sucediendo.
Pero aclaró que una de las principales motivaciones que originaron el fatal
desenlace de la madrugada del 5 de junio, fue la antesala de los hechos
haciendo referencia especial a un documento que en aquel entonces en su
condición de presidente regional de Amazonas, el Ing. Oscar Altamirano Quispe
hizo con enviar una carta al propio presidente de la República de ese momento,
el Dr. Alan García Pérez “Hace un informe al propio presidente de la república
y el ministerio del interior donde adelanta nombres de varios indígenas
señalándolos como los probables propulsores de la vacancia presidencial de Alan
García. Desliza además una grave acusación donde también ya de manera
generalizada precisa que los indígenas serían parte del comercio del tráfico
ilícito de drogas y de armas por la frontera” informó. También señalo que en
esa carta el presidente regional de Amazonas involucró al párroco de Santa María
de Nieva porque a través de sus hojas parroquiales venia azuzando a la
población, teniendo “acompañantes” para difundir estas y demás ideas y que al
parecer contaría con un financiamiento del exterior que ayudaba todo este
proceso. Manasés calificó estas actitudes de Oscar Altamirano como de soberbia
y represiva, a tal extremo que en esa época su presencia era poca visible,
notándose sólo una vez para un pase de vehículos en la carretera en vísperas de
desatarse los hechos del 5 de junio del 2009 “Esta actitud con este documento
ya había minado el paro amazónico que se llevó a cabo por muchas necesidades,
pero la gota que rebasó el vaso fue la incursión de la minería a la Cordillera
del Cóndor que ahora nos dicen que se va a aplicar una tecnología de punta que
va a evitar la depredación de la zona, «por favor, es como decir si Dracula a
partir de la fecha se convierte en vegetariano” manifestó en medio de las
sonrisas de los presentes. También manifestó su indignación en torno a la
respuesta del Estado para tratar la serie de problemas que vienen padeciendo
los indígenas quienes en respuesta muestran su resentimiento, el ánimo de
unidad y la preocupación por la forma de vida que vienen llevando las viudas de
sus fallecidos. Jesús Manasés, aclaró que nunca iba a justificar lo ocurrido en
la Estación 6 de Petro Perú donde varios policías fueron masacrados y
asesinados a manos de varios indígenas “Ningún awajún va a decir que eso estuvo
bien, nosotros reprochamos esa actitud y que se investigue al responsable o
responsables por este hecho de sangre”.
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