Por EL DIRECTOR:
Lo conocí desde su llegada a esta ciudad, en
la década de los 80, bonachón, amigo de todos, servicial y muy alegre, desprendido
para con los necesitados, siempre pegado a su difunta madre.
Los primeros pabellones del Hospital General
ya se habían construido, pero faltaban habilitarlos. La llegada de la temible
epidemia de EL COLERA, le dio la
oportunidad para que ponga en riesgo su estabilidad laboral como médico de lo
que hoy es DISA (Posta o Centro de Salud) y se puso en primera fila junto a
otros colegas suyos, para tomar posesión del inhabilitado hospital y allí se
atendieron a los numerosos pacientes, sin camas, en colchones por los
pasadizos, Aguilar Cevallos hizo frente
a esta mortífera epidemia secundado por sus colegas.
Posteriormente asumiría su Dirección
encargada, años después como Jefe de la DISA, nuevamente Director Titular del
Hospital, época en la que perdió cercanas amistades por su deseo en poner ese
orden que hasta hoy sigue perdido.
Desde hace dos años aproximadamente su salud
empezó a deteriorarse por complicaciones renales y cardiovasculares, llevado al
Hospital Regional Essalud de Piura el 8 de julio pasado, nada pudieron hacer
sus colegas para salvarle la vida, el jueves último, después del medio día los
indicios de su muerte empezaron a notarse, quiso acelerar su partida en vida
para que lo traigan a Jaén, por la noche partió la ambulancia del Hospital
General para traerlo; pero, al promediar las 6.45 de la tarde del jueves 24, su
corazón no resistió a tres paros seguidos de convulsiones y dejó de existir a
esa hora.
Su esposa Flormira Guerrero estuvo a su lado.
Deja una hija que al cierre de la presente no se sabía si llegó de Cuba, donde
estudia medicina.
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