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domingo, 29 de abril de 2012

Espíritu de cuerpo en el Poder Judicial de Amazonas?

Quienes estén medianamente informados de lo que sucede en nuestro país, sabrán que Amazonas es el único distrito judicial en el que se presentan conductas de ciertos magistrados, tanto en el Poder Judicial como en el Ministerio Público, que llegan a extremos frecuentemente reprochables que lesionan con frecuencia la imagen de nuestra justicia nacional, como un forado a la ética y un insulto a la razón. Desde hace algún tiempo el magistrado EN CHACHAPOYAS Dr. Alejandro Espino Méndez, saltó a las primeras planas de titulares en los medios, cuando su hija Elita Espino Vásquez, fue protagonista del asesinato de su madre la Abogada y CPC Elizabeth Vásquez Marín en Lima, que fue encontrada en la maletera de su auto. Como papá que soy también, entiendo el amor de padre por un hijo o hija que se sale de los parámetros morales en los que suelen ser criados; pero el señor Espino Méndez, debió ubicarse en el lugar que a nombre de la Nación se le confirió, nos referimos el de ADMINISTRAR JUSTICIA y se olvidó de cuanto juramento hizo adoptando una actitud nada ETICA, como si se tratara del común de los litigantes, de esos que quieren y piden lo inaceptable, tal como la prensa nacional viene informando desde el día que sucedieron los hechos. En simple reseña: vivieron en constantes rencillas maritales con la finada; la hija, por simple lógica y el complejo llamado de Edipo, tomó partido por el papá y también se la emprendió contra su mamá, la finada. El papá al parecer, cansado de líos y para evitar el escándalo en Lima, fueron a divorciarse a otro lugar y cuando se producen los hechos sangrientos, niega estar casado y los medios se refieren como a la «ex-esposa» del magistrado. Pero, a medida que las acciones judiciales avanzaron y estando de por medio cierta fortuna, no tanto para el sentido común, pero sí, bastante para Espino Méndez, empezó a negar su divorcio y pretendió colocarse como «parte civil»; es decir, hacer prevalecer el vínculo matrimonial para formar parte de los que se repartirán los bienes dejados por la finada, entre otros. Deseos ambiciosos que por tres veces consecutivas los juzgadores o el Colegiado que ve este caso, ha desestimado, con el reciente destape puesto sobre la mesa del tribunal que, éstos (papá e hija) el mismo día que estaba velándose la difunta, estaban aperturando una cuenta corriente en un banco para que allí sea depositado el dinero de la finada cuyo movimiento diario se truncó bruscamente con su muerte. El resto, puede ser novela; pero a lo que apuntamos es a esto: De cómo es posible que la OCMA, la ODECMA, el Ministerio Público («guardián de la moral») etc., y este mismo señor Alejandro Espino Méndez, pueda continuar ejerciendo la magistratura en Chachapoyas?... Sus actos están demostrando su absoluta insensibilidad ética y una ausencia casi total de los elementales valores que son los que sirven de base fundamental para todo aquel que esté en su lugar como ADMINISTRADOR DE JUSTICIA, prueba de lo que decimos es que este señor juez de Chachapoyas, no conoce el decoro, pues siendo así, hace tiempo se habría puesto a un costado, apoyar a su hija en desgracia moral, desde el anonimato y no protagonizar papelones defendiendo públicamente lo indefendible, al extremo de pretender negar participación de su suegra abuela de la parricida con el condenable argumento «porque es analfabeta». Esto es lo que podríamos calificar como una basura moral que han puesto al poder judicial amazonense y lo están aguantando no sabemos hasta cuándo. Salvo mejor parecer. Nororientalmente: EL DIRECTOR.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es la porquería del Poder judicial, por eso hasta la propia presindente PJ Amazonas esta con pedido de suspension por haber sentenciado a un narco en forma simple cuando se investigo por forma agravada

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