Escribe: Euclides A.
Contundentes son los argumentos que ameritan sanciones ejemplares a
Martina Fernández y Carlos Espinoza, ambos, trabajadores de la sección
Medicamentos Insumos y Drogas de la
DISA-Jaén, por serias irregularidades en el incumplimiento de sus cargos.
Por
varios años vienen cobrando honorarios sin extender recibos a decenas de
propietarios de boticas del ámbito rural de la provincia de Jaén y San Ignacio
por concepto de regencia. Se desconoce la cuenta dónde se depositan esos
pagos.
En la
ciudad de Jaén se han constituido en JUEZ Y PARTE en las boticas y droguerías que dicen regentar, aunque nunca asisten a trabajar;
mal ejemplo que es imitado por muchos otros:
cobran sin trabajar.
La enorme
proliferación de vendedores o distribuidores de medicinas, fármacos y
«naturistas», sólo en Jaén ciudad, 120, se debe a las «bondadosas» actuaciones de
estos funcionarios DISA-J, que autorizan su funcionamiento y vaya Ud. a saber
de cómo y por cuánto...
Han roto
relaciones laborales con muchos propietarios de boticas: San Ignacio es un foco
de protestas justas exigiendo los beneficios de la tercera regencia;
Pucará está endosado a un solo Químico-Farmacéutico (su amigo), quien
regenta cobrando honorarios a 10
boticas, siendo funcionario público.
Están bajo
amenaza de cierre 15 boticas de Jaén por
no tener regente; sus propietarios están
en pie de lucha airada aduciendo que la culpa la tienen los químico
farmacéuticos.
Otro grupo
de boticas han sido notificadas de temerarias multas, por diferentes motivos
que los denunciados argumentan reiteradamente. Esto es un incalificable abuso
de autoridad. Apuntan a amordazarlos para que no denuncien ni protesten.
Ante todos
estos atropellos se preguntan ¿Dónde
está el presidente del Colegio de Químico
Farmacéuticos que no se pronuncia al respecto? ¿Y el Delegado
Departamental del Colegio de Químicos
Farmacéuticos? Uno de ellos ostenta
el cargo, en la sombra.
De los 60
Químico Farmacéuticos que se supone
todos los días deben estar trabajando en la ciudad de Jaén, varios son golondrinos por ser sus amigotes y
solamente vendrían a cobrar. Irregularidad que jamás se sanciona y cuya complicidad constituye un delito.
El
contrabando de medicinas se ha
incrementado por la incompetencia de esos funcionarios públicos.
Así se
encuentra la DIMID Jaén, haciendo de todo, menos trabajando para mejorar la salud del pueblo. Su actitud raya
con el delito premeditado para desprestigiara sus superiores por fiscalizarlos, como ha sucedido
recientemente.
¿Qué filiación política a tienen? Pronto lo sabrán.