Hace algunos
años, a uno de los personajes folklóricos DE MI TIERRA, lo detuvo un policía
cuando conducía su vehículo casi chatarra, y le pide su licencia de conducir:
no tengo, le dice. Su tarjeta de propiedad. No tengo, le contesta. Luces de
peligro: No funcionan mi jefe y así una serie de anomalías que quiso encontrarle
el policía y al final le increpa: ¿Y
cómo es que usted conduce este vehículo?... La respuesta inmediata y
contundente fue: «Ai’stá pué mi jefe»...
¡Claro! Conducir a este
semanario no es lo mismo que a un vehículo chatarra, pero algo parecido sería la
respuesta para quienes hasta hoy no alcanzan a explicarse de cómo es que hemos
llegado a cruzar la barrera de las 1,600 ediciones, acercándonos a los 34 años.
Ni siquiera los que HACEMOS ¡NOR ORIENTE! podríamos explicarlo, peor aún cuando
hemos visto salir numerosos semanarios, quincenarios y otros tantos medios de
prensa escrita, unos para llenar los vacíos que dejamos con muy buenas
intenciones, otros malévolamente «para tumbar a ¡Nor Oriente!»...Los hemos
visto salir, circular y terminar sus ciclos de vida demasiado cortos.
Cruzar la barrera de 1,600 ediciones nos ha
llevado a una profunda reflexión que la estamos compartiendo. Recuerdo que nos
alegramos mucho cuando llegamos a la Nº 500, lo mismo en la Nº 1,000, para la
1,500 ya no dijimos nada; pero pasar de
la 1,600?...Repetiríamos lo que nos dijo un respetable lector bagüense «Y
CÓMO LO HACES»... y la respuesta volvería a ser: «Ais’tá puéeee...».
Si la fe mueve montañas, el amor todo lo
puede
¿Cómo no íbamos a cumplir este ideal si lo hacemos con mucha fe y con profundo
amor? Amor a nuestra patria, amor a
nuestra profesión, fé en lo que hacemos. Amor para los pueblos que
servimos. Fe en lo que decimos siempre
con LA VERDAD, con honradez y pulcritud, con decencia y con docencia. A
nuestros enemigos que naturalmente tenemos y deben existir, les duele mucho el
récord histórico que marcamos, inclusive una renegada fiscal (p) doña Olga
Bobadilla, comparó al Director con su mamá y dijo que «a esta edad debería
estar cuidando mis nietos», como una bocanada de pus maloliente que le salió en
presencia del Juez que dirigía una de las últimas audiencias, las que forman
parte de los ingredientes para nuestra persistencia y así como a ésta, algunos
otros más como nuestro siempre mencionable alcalde Ananías y sus «40», que
sueñan, desean, ruegan, sufren y hasta sienten pesadillas en la dolorosa espera
que ¡NOR ORIENTE! caiga o que su Director sufra un accidente o un infarto. Pero
«¡Güi flas!!!»...como dice el «Cholo de acero inoxidable» Tulio Loza. Aquí estamos
y seguiremos bregando con la tenacidad de nuestros indómitos incas o de nuestros jíbaros rebeldes. ¡NOR ORIENTE!
no es un semanario cualquiera, tampoco está redactado para que lo lea o lo
entienda cualquiera; porque así como el agua que emana de nuestros manantiales
no tiene olor, color ni sabor; pero calma la sed, así son nuestros contenidos, sin morbo de mujeres, de sangre y
muertos, de chismes y farandulismos. Simplemente LA VERDAD patrimonio de todos
los que amamos la paz que se deriva de la Justicia.