Aplauden aparición de policía perdido y los que contribuyeron a la infamia?

Los peruanos estamos viviendo días muy especiales en cuanto al combate contra los llamados «remanentes» de sendero luminoso; remanentes, narcoterroristas o lo que sea, merecen todo el desprecio de los que deseamos un cambio; pero sin asesinatos, secuestros, perversidades sangrientas, como las que están sucediendo en el VRAE. La presente, que la tenía guardada y en proceso de «fermentación», viene de algo que, después de la aparición del heroico policía perdido y dado por «ejecutado» en las palabras del abominable delincuente Quispe Palomino, cabecilla de la banda que aún se mantiene en esas montañas, es de cómo es posible la otra delincuencial irresponsabilidad de los medios de comunicación nacional que no les importó un comino, medir la magnitud de las implicancias que con la publicidad que le hicieron a esos delincuentes, fueron ellos, los medios de prensa los que jugaron a favor de los terroristas y fueron los medios de prensa los que humillaron y hundieron más a nuestras fuerzas del orden, bien o mal comandadas; pero con fines y objetivos claros para lograr la pacificación en esa parte del país. Ponerle cámaras para difundir las estupideces de un delincuente, puede ser mucho más grave o tan igual a los delitos que estos cometen y este es el sapo que se está tragando el gobierno, acosado y apabullado por una oposición sedienta de destruir todo intento reivindicacionista y una prensa voraz, que a todas luces, tuerce los lineamientos legítimos y racionales del quehacer delicadísimo de informar, para orientar y no para desorientar, para construir y no para destruir. Como director y conductor de este medio de prensa, dudo mucho que hasta esos extremos se lleve la libertad de informar, tampoco deseo se llegue al otro extremo de la censura. Quienes nos leen desde que empezamos a trajinar en este delicado y riesgoso campo de INFORMAR, saben que en estas páginas, la competencia con muertos y sangre está muy alejada, competimos con lo que los pueblos necesitan. LA VERDAD PARA SUPERARSE y la denuncia franca, cruda y abierta, para evitar que los vivos se sigan aprovechando de los tontos. Con mucha preocupación y rechazo tuvimos que enfrentarnos a los enfoques de una disputa carnicera entre los que compiten por el rating, entre los que buscan más publicidad con el dolor ajeno, de madres y esposas angustiadas, con el más inhumano y brutal negocio de vender tragedias reales. Los autores de estos crímenes informativos, se maquillan y pasan piola en la vorágine de un trajinar que a lo mejor no deja tiempo a nuestros legisladores, gobernantes o jueces para meritar lo que hicieron; pero indigna profundamente ver que se negocia, se trafica y se lucra con el dolor y la desesperación ajena. El delincuente promocionado como el satánico asesino narcoterrorista del VRAE se consagró como el otro «Jack el destripador» peruano, gracias a la prensa irresponsable de nuestro país, difundiendo sus imágenes de fieras con la boca y manos ensangrentadas, lo colocaron a la altura de los grandes anti-héroes, como célebre asesino y todo para, según éstos, dejar en ridículo a los estrategas que luchan para combatirlos ¿Se dan cuenta el tremendo favor que les hicieron a estos sanguinarios? No sabremos si lo consiguieron; pero si algo conocen de principios éticos o valores, supongo que deben estar avergonzados o algo arrepentidos por todo lo que difundieron, a sabiendas que un plan o una estrategia como las que se ejecutan en el VRAE, no tiene días ni horas precisas para el inicio ni para el final. Espero con paciencia que todo lo dicho por el «adalid» de la prensa que lo catapultó, siga desmoronándose y al final, sea la nación peruana la que salga triunfante. Salvo mejor parecer. Nororientalmente: EL DIRECTOR.