La Ordenanza del embudo

Sólo para botar a humildes vivanderas de las veredas ¿Y esto que está en la misma esquina de la MPJ?

JAEN.-Del modo más inusual, matonesco y prepotente, esta semana el alcalde y sus alguaciles se la emprendieron con violencia para despejar veredas y calles, inclusive agrediendo a humildes madres de familia que se ganan el pan del día vendiendo champús, anticuchos, refrescos en algunas esquinas. Motos lineales supuestamente mal estacionadas, etc. eran subidas al camión municipal para llevarlas al depósito, en medio de airadas protestas contra los policías municipales, inclusive hasta contra los del serenazgo que intervinieron. Se trataba de dar cumplimiento a una de tantas ordenanzas municipales, de esas que siempre resultaron letra muerta, CUANDO LOS GOBERNANTES HAN PERDIDO EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD. Nadie en esta ciudad podría avalar y estar conforme con la informalidad, el caos vehicular, veredas sitiadas por comerciantes, no solamente de aquellos que venden baratijas, si no de tiendas comerciales que a pesar de estar bien ubicadas, desde hace muchos años se acostumbraron a utilizar parte de las veredas, impidiendo el tránsito peatonal para exhibir sus mercaderías y esto, en plena esquina de la sede municipal. Lo mismo en lo que se refiere a paradero de vehículos menores, la calle más transitada y más estrecha, cuadra 12 de la Bolívar, donde está el banco de Crédito, cajas de crédito, etc. zona bastante peligrosa para la seguridad, aquí, no lo declararon zona reservada y se siguen estacionando motos y mototaxis. Para ellos no va la ORDENANZA. El problema y el rechazo radica en que, la municipalidad con todos sus regidores hasta hoy, no han podido estructurar un verdadero PLAN DE ORDENAMIENTO LOCAL, desde hace tiempo escuchamos a oficiales PNP reclamar participación para poder estructurar un plan víal en la ciudad con carácter técnico, zonificando y sectorizando calles reservadas, se hace a ojo de buen cubero y es allí donde empieza el desbarajuste; porque no se ha fijado zonas de reubicación, simplemente se bota a los ambulantes de un lugar y van a ubicarse a otro. De una esquina a otra esquina y ya ven lo que resulta. Pero además, toda norma siempre lleva consigo el principio de PUBLICIDAD O DIFUSIÓN, porque no se puede sancionar a nadie por trasgredir una norma que no la conoce, por lo que los señores ediles, deben variar el contenido de sus espacios propagandísticos ensalzando buenas obras para difundir, concientizar y motivar a la ciudadanía para que asimile las buenas costumbres. Previamente también debe congregarse a representantes de todos los sectores, incluyendo personal docente de instituciones educativas locales y por allí empezar con un verdadero cambio urbanístico.