Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los hicieeron picadillo


BAGUA.-(¡Nor Oriente!) Y faltaron las piedras para que las arrojen contra una pareja de pecadores que para consumar su «falta» utilizaron un ambiente de la IE.16201 de Aramango.
  Situación desde luego, muy reprobable que pesa mucho más por el escándalo que por el hecho en sí.
  Nos trajo rápidamente el recuerdo de un pasaje bíblico, Juan 8:2-11, cuando Jesús estaba en el Monte de los Olivos, los fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio que, según la ley de Moisés debería ser apedreada ¿Tú que dices? Le preguntaron. Jesús se inclinó y con su dedo empezó a escribir en el suelo y como le seguían preguntando, se paró y les dijo «Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra».
 Esto, para los que por cultura general conocemos algo del Sagrado Libro, pero lo que sucedió en los ESCRIBAS DE MI TIERRA fue terrible, resultaron pequeñas las primeras planas en semitabloides, fotos a todos color y cuánto habrían deseado obtenerlas en pleno coito: más morbo, más negocio.
 Finalmente con todo ese escándalo los profesores que cayeron en pecado, desaparecieron del escenario de los hechos,  pueblo de Armango, a esperar el castigo administrativo que les corresponda, pero que, según entendidos, no han cometido delito, si no, UNA FALTA y eso para mala suerte de nuestros acuciosos informadores dateros, no tiene pena de cárcel. ¿Para qué más castigo con todo lo que les está sucediendo?
  El agravante de esta faltaza es que ambos tienen sus compromisos matrimoniales u hogareños, los que automáticamente han quedado destruídos y si los administradores educativos en Bagua tampoco han leído esa parte del Nuevo Testamento, los dejarán sin trabajo y después del placer y felicidad, les vendrá el otro castigazo más fuerte que ha de ser la miseria económica.
  ¡Qué distinto fue el comportamiento de la prensa norteamericana cuando salieron a luz las intimidades del presidente Bill Clinton y su famosa secretaria Lewinsky. Eso quiere decir que allá hay más pecadores que no se animaron a tirar las primeras piedras, a diferencia de los nuestros, muy auroleados y  santificados, faltaron piedras del río para lanzárselas a esa parejita de pobres pecadores. A éstos sí les llegó «su fin del mundo».

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