Sin duda alguna que para quienes poco
o nada conozcan de todos los malabares, piruetas y movidas como el equilibrista
en la cuerda, el alcalde Gilmer Ananías Fernández, se la viene rifando o
jugando de la manera más espectacular, a sabiendas de la suciedad de su conciencia,
mantiene el horroso cinismo de pretender limpiarse la porquería de sus actos,
utilizando la honra y prestigio profesional de la señora NOTARIO PUBLICO Mónica
Ruiz Castillo, en actitud por demás innoble y repulsiva, en su desesperación
por salvarse de la vacancia en el JNE, no ha tenido reparo alguno en coger la
pericia «de parte» que obtuvo por peritos «de parte» también o sea
los no oficiales y con la desesperación de quien siente perder lo que más
quiere (su dinero, su cargo, sus riquezas), adelantó un escrito al JNE para
sustentar su inocencia y arremeter contra la citada Notario, a quien culpa de
haber legalizado una firma que no le pertenece.
Entrevistado a su abogado, el Dr. Tomás Roncales Villa lobos, nos
explicó que el veredicto oficial
lo tiene el Ministero Público que debe pronunciarse «en estos días»,
asegurándonos que la próxima semana «habrán novedades», lo que quiere decir que
todo su tinglado, armado con montones de billetes robados al pueblo, será
desbaratado, teniendo en cuenta la calidad ética y profesional de la referida
Notario Público, resulta delictivamente temerario el argumento del que se
prende este corrupto alcalde para pretender liberarse de una sanción que hace tiempo debió caerle.
Sin que todas estas piruetas y tinterilladas
nos impidan admitir que en los miembros del JNE, definitivamente hay
corrupción; puesto que por donde se
le mire, el enorme retraso en pronunciarse es totalmente sospechoso.
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