Un año más de integración
Este lunes, pobladores
principalmente fronterizos de Perú-Ecuador, recordaremos un aniversario más de
la firma de la histórica acta de Brasilia por los presidentes de aquel entonces
Jamil Mahuad, Ecuador y Alberto Fujimori, Perú. Año 1998, después de tanta
miopía política, teniendo como saldo la pérdida de centenares de soldados,
aviones, tanques y demás armamentos que ahora se exhiben como «trofeos» en
algunas reparticiones militares de ambos países; diríamos «trofeos de la
vergüenza»; porque nos harán recordar
siempre la ceguera y el capricho de sus gobernantes para no llegar a entenderse
a pesar de hablar el mismo idioma y qué bueno hubiese sido que los muertos
habrían sido familiares de ambos gobernantes...jóvenes humildes, reclutados a
la fuerza para ser llevados como carne de cañón y ahora representarlos como
«héroes» ¿De qué?...
Ambos países pertenecieron a un mismo Estado
en el Incanato y al parecer, un mal reparto de la herencia (como siempre y
cuando no) de uno de los últimos gobernantes del Tahuantinsuyo nos puso el
primer motivo de divisionismos entre sus herederos Huáscar Perú y Atahualpa -
Ecuador. Tales enconos fueron capitalizados por los invasores españoles,
cultivados y abonados en una confrontación por querer más territorios, para
finalmente quedar, como debimos estar, así como ahora, como países hermanos,
cuyos pobladores de fronteras nunca tuvimos motivos para enojarnos, por el
contrario, siempre vivimos con un pie y una mano aquí y la otra allá. Esto es
lo que debe tenerse en cuenta, cada vez que se recuerde este acontecimiento, el
más trascendente en esta parte de América del Sur.
Salvo mejor parecer...
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