Sin anestesia

  Sin previo aviso o notificación alguna, literalmente, de un plumazo fueron separados 38 miembros del serenazgo, a los que se les cumplía sus contratos a fines del mes de diciembre, según argumentaron los despedidos.

  El autor de esta «operación»  administrativa  edil fue el gerente Salomón Chanduví Piña, que en estos días viene asumiendo el activo y pasivo de las acciones tomadas.

  El viernes último por la mañana logramos entrevistarlo brevemente para tomar su opinión respecto a tal medida adoptada.

  Su respuesta fue concreta: «se ha hecho por medidas presupuestarias y en este caso la ley faculta, por asuntos de récord laboral, no vamos a permitir cumplan un año, para que después reclamen estabilidad, situación que nuestra municipalidad no está en condiciones para afrontar».

  Le preguntamos si tal medida tenía que ver con algunas denuncias contra miembros del serenazgo, en especial por la sustracción de autopartes de las motos del depósito municipal.

  Negó tal situación «que en todo caso estarían implicados dos o tres, pero no los 38, no los conozco a nadie» y que al respecto ya se viene ventilando en Tránsito o Seguridad Ciudadana». La ley nos faculta. Enfatizó el alto funcionario municipal.

  Pero lo que

 no se dice

 Es que, el exceso de personal y su recorte en seco tuvo su primera focalización en el serenazgo, es porque en las evaluaciones que se habrían efectuado, la producción del serenazgo, no habría justificado la existencia de tanto personal, para obtener tan pocos resultados, este asunto es vox populi en Jaén.

  Tampoco se podría ocultar diversas denuncias contra el personal que no es tan idóneo y que a decir de otros integrantes del serenazgo, estarían igual o peor que los serenos que contrataba la anterior gestión.

¿Y  el Alcalde?

  Tras estos traspiés, tropezones o resbalones administrativos, no faltan las interrogantes que apuntan a señalar a don Walter Prieto «amigo  de todos»? que difícilmente lo será en adelante con las medidas adoptadas, lo vienen señalando con calificativos nada gratos y muy fuertes que para evitar malestares, mejor los obviamos; pero seguramente sus asesores le estarán aconsejando dé la cara y no empuje a sus funcionarios, pues a quien eligieron como gobernante fue a ÉL y no a los funcionarios que  contrata.

  Ojalá lo entienda.