Algo de esa parafernalia dicharachera también llegó a nuestros predios, que como dejamos constancia, fueron bien recibidos, pero aclaramos, estuvieron mal dirigidos.
Y lógico, nunca han faltado los quejosos y los deseos en estos días, para que hagamos «un periodismo decente», sin ataques, con lenguaje refinado, etc. Pese a no estar dentro de ese «campo», aquellos pedidos siempre han sido y serán bien recibidos; por lo que dedicamos esta página para volver a ratificar por 32ava vez de que en este Semanario NO HACEMOS PERIODISMO, y los que aquí laboramos, NO SOMOS PERIODISTAS, preferimos la honrosa nominación de GASFITEROS, por nuestro empeño en desatorar o aclarar entuertos, sacar las ratas de las cloacas y ponerlos al descubierto, desatorar podredumbres para limpiar el camino de la Historia. Periodismo y del BUENO hay en esta parte del país y respetamos su quehacer, porque se dedican a informar de accidentes de tránsito, asaltos, asesinatos, robos, etc. Ese es PERIODISMO y lo que hacen dichos profesionales, tiene su valor, de acuerdo a quien lo entienda e interprete. También se encargan de echar pétalos de aromáticas flores sobre la sucia imagen de corruptas autoridades, a las que siguen en comparsa carnavalera, estirando sus manos para pedir la propina que les corresponde. O, en el más típico de lo casos que raya en el delito escandaloso, atacar primero, para cobrar después.
La labor informativa de este Semanario, dista mucho del quehacer de otros medios (desde luego con honrosas y meritorias excepciones). Como hemos reiterado, aquí los accidentes, los asaltos y otras del quehacer cotidiano, no tienen cabida, estas páginas nacieron desde hace más de 32 años, como LA VOZ DEL SILENCIO que grita a los cuatro vientos lo que otros no pueden o no tienen cómo hacerlo. Dura y casi imposible misión que nos ha puesto en un sitial MUY EXPECTANTE, PRIMERO: el de poder sobrevivir, durar o perdurar el tiempo que otros medios NO PUDIERON, SEGUN DO, porque, nos cuesta (hasta hoy) 66 procesos judiciales en la modalidad de «querellas» y dos honrosos encarcelamientos, que por supuesto, tales «condecoraciones» no pasan por los señores periodistas que celebraron SU DIA la semana pasada; y TERCERO; porque pudimos entender desde hace muchos años que un medio de prensa, no es un pizarrín ni una vitrina en la que se exhiben caritas hermosas, piernas o bustos que incentivan más el morbo de nuestros pueblos bastante excitados por las imágenes que se difunden en otros medios audiovisuales.
Coincidimos con el señor CESAR HILDEBRANDT en el sentido de que «periodista que se acerca a un gobernante corrupto, es bastante sospechoso de entrar en contubernio y dejar la noble profesión por el vil oficio» y aquí, durante más de 32 años y 1537 ediciones, sabemos sobradamente que sólo se acercan a este semanario los gobernantes que no le tienen miedo a la verdad y que no actúan con malicia y turbidez, el resto, como ustedes verán, le tienen miedo a estas páginas, nos inician querellas para silenciarnos y hasta se enjuagan las caries de sus podridas dentaduras diciendo que «Carrascal los denuncia porque no le pagan avisos», nada más ridículo y falaz, que nunca ocurrió durante toda nuestra existencia y que como hemos reiterado siempre: la prolongada vigencia de este vocero, jamás se podría cambiar por un soborno miserable o una prebenda que muchos lo intentaron y salieron convencidos de nuestra insobornable rigidez. Que les duela el uso amplio y popular de nuestro idioma, eso precisamente forma parte de nuestro ESTILO y como muchos pensadores lo han dicho: EL ESTILO ES EL HOMBRE y mientras los HOMBRES y mujeres que están a cargo de estas páginas se mantengan en dos pies, y no gateen o se arrastren hacia fines innobles, éste seguirá siendo nuestro estilo, le duela a quien le duela, mucho desearíamos ser mejores, ser como otros desean; pero nuestra imperfección HUMANA, nos vence, sabemos que no agradamos a muchos; pero también son muchos los que nos leen y gracias a esos muchos seguimos como estamos.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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