El
deber de cumplir esta difícil, pero agradable misión de INFORMAR para orientar,
me obliga usar la crudeza franca con la que se deben expresar las opiniones en
temas escabrosos, por más duros que sean.
Lo haré como profesor que ejercí durante 7
años en las aulas y tres como Director del ex-Coloso «Braca moros», pero mucho
más como Director y conductor de este medio de prensa, cuya página que Ud. está
leyendo, se convirtió desde su aparición hace más de 33 años en una columna periodística rectora,
motriz, base fundamental de toda una corriente informativa que mantendremos
siempre.
Respecto al los problemas que se vienen
produciendo en el magisterio, no son novedosos desde que el gremio fue
politizado hace casi 40 años. A partir de ese entonces, la tan pregonada lucha
de clases y el sindicalismo clasista ha logrado notables evoluciones en un
campo que no es el del apostolado y mucho menos el pedagógico y la lucha
continúa «ni un paso atrás», «luchando, luchando, el maestro está enseñando»,
clásicas arengas de nuestros resentidos profesores.
Para afianzar lo que digo, tomaré dos referencias
básicas, casi anecdóticas, pero importantes:
1).-
Se había instalado en Bagua Grande la XIII Región Policial en tiempos aquellos
de poca recordación y su primer jefe fue el Grl.PNP Alejandro Chávez Navarro,
con quien el autor de la presente logró cultivar un vínculo amical estrecho. En
alguna circunstancia, un policía ex-alumno del suscrito, cometió una falta y a
pedido de sus familiares, me ví obligado a cumplir una misión que no es de mi agrado, servir como «padrino»
y cometí el error de interceder por el recomendado: nunca
olvidaré lo que me dijo: «El que se mete a la Policía, sabe que no va a ser
rico y si quiere enriquecerse que busque otra actividad».
2).-Por
los años 78 el SUTEP «estrenaba» con Rolando Breña, Barrera Bazán, Olmedo
Auris, entre otros, sus gigantescas movilizaciones basadas en los libritos de
Mao Tse Tung y para peruanizar la cosa, la fotito del pensador nacional José
Carlos Mariátegui (yo estuve allí en uno de sus primeros congresos de Tumbes),
y como siempre, el digno varón campesino «no instruido, pero muy sabio» mi tío
abuelo Sr. Edilberto Muñoz que me formó, llegaba a visitarme y vio la masa
magisterial por la avenida Mesones Muro, fui a su encuentro en mi domicilio y
me increpó suavemente, diciéndome lo siguiente: «Hijo, si el Estado no tiene
dinero para pagarles el aumento que piden y estás mal, anda a la chacra, allá
no te faltará tierras ni trabajo, los maestros siempre serán pobres...» Dos episodios anecdóticos de dos personas
de posiciones opuestas para deducir esto, de mi parte, el resto, lo dejo a
criterio de quien lea el presente.
Como se ve y se palpa, desde hace 40 años
también, el magisterio se ha proletarizado y pauperizado, influenciados por
corrientes izquierdistas europeas y orientales, hasta los modales en la
vestimenta y en las aulas quedaron en el olvido y el pensamiento ligero de
papás y jóvenes que no podían tener acceso a otras profesiones era o seguirá
siendo, «no importa aunque sea de profesor o policía» (en ciertos casos también
«de periodista», como LOS DE MI TIERRA»), como sucedió en el primer gobierno de
Alan García, se accedía a las aulas indiscriminadamente con 5to. de secundaria
y después vinieron los «cursos de profesionalización a distancia», con el
fujimorismo empeoró, al mercantilizarse la educación superior con institutos
pedagógicos particulares que «fabricaron» miles de maestros. No todos, pero
gran parte de esos remanentes los tenemos ahora formando la feligresía de
Patria Roja, enardecidos y frenéticos defensores de una verdad que no es la
suya, mientras los que los metieron a este cuento de las protestas, de las
luchas y el sueño de un sueldo «decoroso», como los que nombramos líneas
arriba, disfrutan del paraíso soñado, con lujosas residencias en Lima, casi
dueños y líderes vitalicios del Banco más grande de América, la Derrama
Magisterial, que de paso, «gratificó» con puestos de sueldos jugosos a sus
lidercillos de provincias.
Según fuentes del Ministerio de Educación
hasta el año 2011, sumaban 488,736 maestros en el Perú, de los cuales: 317,801
están en las aulas de la llamada escuela pública y 170,935 en la escuela
privada. Para este año 2012, la Ministra de Educación dio a conocer que se
habían contratado 14 mil más (¡ !) Cifra que va de la mano con los policías que
a más maestros, más policías para cuidar que sus movilizaciones no se
conviertan en más desgracias. ¿Qué producen ambos sectores laborales? ¡NADA!
¿De dónde tiene que sacar dinero el Estado para mantenerlos? Ajustando más las
tributaciones y arbitrios.
Concluimos dándole la razón a nuestros
recordados personajes: quien no esté satisfecho en una ocupación, el mundo es
ancho, pero muy apropiado para explotarlo en cualquier otra actividad.
Salvo mejor
parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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