Y se
puso sobre el tapete de la mesa nacional (y hasta internacional) el debate
sobre indultar, perdonar, o excarcelar, a quien se declaró convicto y confeso
de los delitos que cometió, no paga un céntimo de la reparación civil que le
impuso la justicia peruana y en la medida que el ambiente electoral para las
próximas empieza a calentarse, se dio inicio a una mediática campaña de
«ablandamiento» y «sensibilización», a tal punto que un amplio sector de
peruanos, ya empiezan a compadecerse y decir «¡Pobrecito»!, que lo liberen.
Ah, pero también en este juego de las
sensibilizaciones y ablandamientos, las encuestadoras de esas que en los años 2000 le daban como
«ganador absoluto», ahora publican cifras de mayorías de peruanos que «están de
acuerdo» para que se le indulte al ex-dictador. Excepto IPSOS APOYO que ahora
se reivindica con resultados en los que más del 50 % de peruanos ha dicho «QUE
SIGA PRESO».
Particularmente, por esta parte del país, no
se produjeron los secuestros ni asesinatos como los de la sierra sur o centro;
pero no por ello, podríamos decir, que durante el fujimorato en estas
provincias, vivimos la primavera de un paraíso terrenal.
Primero: Al amparo de las normas
dictatoriales, ronderos como Gregorio Santos y Segundo Lozada Mondragón
cometieron atrocidades con presuntos delincuentes, idem desde el cuartel El
Milagro se armó una minuciosa marcación a directores de medios (como este
Semanario) y hasta se encontró a un
dirigente rondero de Bagua muerto por las inmediaciones del sector «La Chivera,
El Milagro) y no pasó nada.
Segundo: que
con el fujimorato se dio rienda suelta a la INFOR MALI DAD TOTAL, empezando por
los medios de comunicación, auspicio y apoyo a las emisoras clandestinas,
cualquiera podía «hacer periodismo» alquilando espacios en las emisoras
(clandestinas), el Colegio de Periodistas y la titulación pasó a un terccer
plano. TAMBIEN A LA INFORMALIDAD DE LA EDUCACION con la aparición de institutos
e instituciones privadas, cuyos frutos son los que frecuentemente vemos
bloquear carreteras y calles, pasando la educación a un plano muy inferior del
que estuvo ANTES.
Tercero: OBRAS
toda una estafa como el CANAL en el PROYECTO MAGUNCHAL en el que se invirtieron
más de 50 millones de soles y no sirvió ni sirve PARA NADA, esto, además de las
construcciones pésimamente ejecutadas (al igual que su similar Alan García) de
escuelas y colegios para hacerlas de nuevo.
Y no solamente eso. Puesto que no somos otra
nación, al sentenciado ex-presidente se le pasó por alto, la escandalosa
denuncia que apareció en la revista CARETAS
de las torturas a las que fue sometida la ex-primera dama de la nación
Susana Higuchi, las juergas y bacanales con periodistas (mujeres) en cada viaje
que hacía Fujimori y su pandilla. Pero como todo esto, es lo de menos, y
no se tuvo en cuenta para su juzga miento, de acuerdo a las condiciones
pactadas por el gobierno chileno para su extradición. Eso y todos los otros
delitos por los que se le condenaron en un proceso histórico, abierto y
transparente, para que hoy se pretenda tirar todo ello al tacho, no sabríamos
qué dirían en primer lugar los jueces que lo procesaron y sentenciaron. Eso lo
dejamos a un lado. Nos interesa lo que dijo su médico de cabecera en una
entrevista de «Tribuna Libre» que conduce la periodista Rosa María Palacios:
«Podrá morir de cualquier otra enfermedad menos de cáncer». Entre otras
opiniones no politizadas lo ponen en el último lugar de la inmensa cola de presos
que están solicitando indulto, porque realmente están mu riéndose con
enfermedades terminales. Salvo mejor parecer, está en manos del Gobierno.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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