CAPÍTULO VII
Escribe: S. Alejandro
Carrascal Carrasco: Profesor de profesores Bilingües - año 1975-1980.
Y DESTRUYERON TODO
Inevitable pasar por este episodio histórico
para poder identificar plenamente QUIENES FUERON LOS PAKAMUROS Y QUIENES SON
LOS AGUARUNAS...
La profesora (preceptora en esos tiempos)
bellavisteña, Clara Luz de Balcázar, abuela del actual médico Anibal
Balcázar Torrejón, a quien tuve la oportunidad de conocerla ya muy anciana en
el vecino distrito; a comienzos del
siglo pasado (1920) recogió entre las tradiciones flotantes de su tiempo en aquel
distrito que fue en sus inicios del siglo pasado, el pueblo más importante en
esta parte del país, una leyenda,
tradición o como se dice en
nuestras comunidades nativas «un
cuento de nuestros antepasados». Y se refiere a lo que hicimos mención en
estas publicaciones desde sus primeros capítulos y les pedimos «tomar nota».
Es decir, lo mismo que hice con mis 200 alumnos profesores que en sus
recopilaciones de aquellas versiones que cuentan sus antepasados, el
coincidente tema de la desaparición de Jaén de Bracamoros, por la furia jíbara.
En aquel hecho histórico de enorme
trascendencia para nosotros, no participaron cronistas españoles, porque la
gesta fue protagonizada por quienes no sabían escribir ni hablar en nuestro
idioma.
Pero veamos lo que dice la referida preceptora
bellavisteña: («Obra: Mitos y Leyendas - Biblioteca Nacional): «Se dice que allá
en Puyaya (que es un sector aledaño a lo que se llama Villa Santa Rosa), en la
época colonial, había una población de indígenas independientes del reino de
Quito. Que a la aparición de los españoles, esos indígenas se refugiaron en un
cerro...poco tiempo después se fundó la ciudad de Jaén de Bracamoros en la
que los españoles construyeron una gran iglesia que tenía una enorme campana de
oro, los jíbaros, indios salvajes del Alto Marañón, tratando de vengar
la muerte de uno de los suyos, invadieron la ciudad y decapitaron a sus habitantes, escapándose sólo unos
cuantos, quienes más tarde fundaron el pueblo de Bellavista». (*1)
Como podrán entender, entre esta tradición o
leyenda recogida por la referida docente, a comienzos del siglo pasado, con las
tradiciones recogidas por los alumnos-docentes 50 años después, tienen mucha
similitud y hay un tema como eje central de dicha tradición que no varía, es el referente a la furia con que fue
atacada dicha ciudad, las matanzas y su desaparición. En ninguna parte y apunte
recopilado se refieren a que los pobladores de Jaén español, abandonaron la
ciudad debido a la presencia de epidemias y fieras salvajes, clima, etc. y
cuando dicha tradición flotante aún, se refiere al motivo de esa furia
«salvaje» en los apuntes recogidos pudimos llegar a establecer que,
efectivamente, un hijo de un reconocido líder Apu, o Kakajam de nombre
«Sharián», o Shajián, (ya dijimos, los apellidos no se heredaban o se
trasladaban de generación en generación, más adelante explicaremos cómo
identificar la genealogía awajún) (*2) que vivía en las
inmediaciones del actual Chiriaco, en uno de los viajes que solían hacer a la
metrópoli para intercambiar sus
productos de ese tiempo (Jaén de Bracamoros) fue atacado, no se sabe por quien,
pero su cadáver fue arrojado al río Marañón y fue hallado por el lugar donde
vivían sus familiares, reiteramos, según los apuntes recogidos y las
coincidencias e incidencias de señalar el mismo motivo, lo que nos permite
asegurar que esa fue la causa para la indignación de los pueblos nativos de
aquellos años (finales del siglo XVIII) saliera a relucir y se organizaran para
el GRAN ATAQUE a Jaén de Bracamoros.
Para no perder el hilo de nuestro informe
histórico respecto a los «Bravos Pakamuros». En aquellos tiempos de aquel GRAN
ATAQUE, ya no figuraban en el escenario estos «bravos». (Continúa)
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