Estas y otras
eran las expresiones de inquietos vecinos de las calles Huamantanga y
Cajamarca, la tarde del viernes pasado, cuando se enteraron que el local que
perteneció a la EX-PIP, había sido vendido; se decía en esos momentos a un
empresario de Selva industria por la suma de medio millón de soles,
posteriormente las versiones fueron aclarándose y resultó que dicho ciudadano,
obtuvo la regularización (hasta hoy misteriosa) de dicha propiedad y de
inmediato la habría cedido a una de sus hijas como «anticipo de herencia».
El lunes por la mañana llegó a nuestra
redacción el heredero de don Sebastián Guadalupe Valera, Edilberto Guadalupe
Ortiz, para testimoniar una reseña afirmando que le constaba que su finado padre,
donó esas áreas a la ex-PIP en la
persona del Comisario Aliaga, año 1965.
Como es de conocimiento público desde hace
mucho tiempo este semanario insistía para que el Ministerio del Interior se
interese por esa infraestructura abandonada desde el ataque terrorista en julio
del año 1992, pese al tiempo transcurrido, se permitió el abandono de ese local
que sirvió como escondite de delincuentes y refugio de fumones. Fue en la
administración de la Comisión Organizadora de la UNJ a cargo del Dr. Helí
Miranda que se propuso solicitarlo para las oficinas de la UNIVERSIDAD NACIONAL
DE JAEN, se hicieron las gestiones respectivas, primero por el saneamiento,
acudiendo a SUNARP de la que se obtuvo un CERTIFICADO CATASTRAL con fecha
reciente 04 de julio del 2013. En este documento REGISTROS PUBLICOS no menciona
como propietario al señor Florencio Guevara Delgado. Hace mención que dicho
predio se denominó «Panteón» ubicado sobre la Partida Nº 02065380 a favor de
SEBASTIAN GUADALUPE VALERA. No menciona otro dato. Pero el hijo de este
ciudadano difunto, don Edilberto Guadalupe Ortiz, declaró a este semanario que
su padre le donó a la PIP de ese entonces y, de las indagaciones de nuestra
parte, así como recuerdos personales, nos consta de cómo para que se construya
dicho local el señor Martín Troya agricultor de Shumba, donó un toro, lo mismo
el alcalde de Las Pirias de ese entonces Antonio Pérez Nambal también hizo una
notable contribución y mucho más el difundo ex-alcalde Miguel Oblitas Guevara,
cuando era Comisario el Mayor PIP Nicolás Gutierrez y así en sucesivas
jefaturas de jefes policiales se fue construyendo hasta dejarlo como está en la
actualidad.
Versiones de algunos funcionarios de la GEDUR
manifiestan que «recién a comienzos de este año vieron por esas oficinas al
señor Floro Guevara, en andanzas para regularizar planos se supone de ese
local. El local ahora está custodiado
por la PNP, sin embargo, ello de ninguna manera es un argumento válido para
acreditar propiedad. El asunto está en el porqué la PNP dejó pasar tanto tiempo
y nada hicieron para regularizar la pertenencia de esa infraestructura y de
otro lado, se supone que el dueño aparecido, deberá mostrar sus títulos de
propiedad y así tranquilizar al vecindario y opinión pública.
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