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domingo, 25 de junio de 2017

¡NOS VISITA EL PAPA!!!

  El sólo anuncio de su llegada para el próximo año, de inmediato nos trajo a la memoria esa obrita que escribió el célebre  colom bianno Gabriel García Márquez,  «Crónica  de una muerte anunciada». Y no porque este excepcional visitante sea la crónica de un anuncio funesto, si no, por uno de los capítulos en esa obrita, cuando se refiere a las visitas que hacía un obispo y la algarabía que causaba; los gustitos gastronómicos del obispo que pedía le preparen caldos con crestas de gallo. ¡Se imaginan cuántos gallos se quedaban sin cresta?
   Muy similar el notición que esta semana llenó titulares de todos los medios de prensa y como no podría ser de otro modo, salió ante los reflectores nuestro primer mandatario, haciéndose por la señal, muy reverente y católico papista. Luego nos preguntamos, ¿alguna vez don PPK  antes de ser presidente fue visto asistiendo a misas u otros oficios religiosos?...
  Y nos anunció que la visita de SS (su santidad) nos costará la friolera de SEIS MILLONES DE DÓALRES, rápidamente los mal pensados empezaron a sacar sus cuentas y a imaginar cuántas postas médicas o escuelas se construirían con más de 20 millones de soles ¿?; pero desde nuestra óptica pensamos que esa cifra NO es muy importante en negocios como éstos; porque no se dice la enorme movilización de católicos y no católicos, más comerciantes que feligreses; pues la presencia del Papa Francisco en Perú (Lima, Puerto Maldonado y Trujillo) generará un enorme movimiento comercial  que multiplicará  esos 20 millones de soles. Imagínense en transportes, hoteles, restaurantes y los souvenires (recuerditos), láminas, polos, retratos con las fotos del santo padre, que ya empezaron a elaborarlos. Es decir, habría que mirar esta santa visita como uno de los más grandes negocios que siempre fue, es y será un representante de la  más grande organización religiosa del mundo. García Márquez inmoratalizó esa visita no papal si no de un obispo, recogida de  tradiciones de hace más de cien años y si retrocedemos en el tiempo, el hecho mismo de haberlo puesto a la diestra de nuestro Señor como su representante ¿Quién de los cristianísimos feligreses no desearía hacer un sacrificio para  salvarse antes del tiempo en épocas como éstas en las que Sodoma y Gomorra quedan chiquititos?...¡Guááaaa!..
Salvo mejor e ilustradísimo católico parecer...
Nororientalmente: EL DIRECTOR.

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