Se acerca un gran acontecimiento en que el nombre de Jaén resonará a nivel internacional; se trata de la CITA CUMBRE de presidentes de Perú y Ecuador con sus respectivos gabinetes ministeriales. Una gran oportunidad para presentar los proyectos más trascendentes que beneficien a los dos países y el inicio de otros largamente esperados, como es la vía asfáltica Perico-La Balsa.
Pero en medio de este jolgorio, en que vendrá gente de otros lugares y países, nuestra ciudad se encuentra en un estado totalmente calamitoso, invadido de suciedad, tierra, basura. Los volquetes de las constructoras se han adueñado de las calles y avenidas, riegan sus materiales e inundan de polvareda las viviendas de los vecinos, ni qué decir de las motos y mototaxis que contribuyen al caos vehicular ante la impaciencia e impotencia de todos que se va convirtiendo en iras colectivas.
La empresa «Cobra» también contribuye desgraciadamente a este desastre, dejando las vías llenas de desmonte y tierra, pero el PREMIO MAYOR se lo lleva la Municipalidad, que so pretexto de los trabajos de agua y alcantarillado, no está brindando el servicio de limpieza pública, ni barrido de calles y esas áreas verdes languidecen por falta de agua. Vean el Jardín Botánico y la Avenida Mesones Muro. En medio de esta anarquía e inmundicia pretendemos pasar piola con los visitantes. Los casos de enfermedades respiratorias alcanzan picos alarmantes. Los niños tosen y moquean ¿Qué estamos esperando?
Una amenazadora nube amarillenta flota sobre nuestro valle, el grado de contaminación ambiental es altísimo y a diario se violan las ordenanzas municipales y las normas mínimas de convivencia: se siguen quemando rastrojos de las chacras de arroz y el humo invade la ciudad, las ladrilleras siguen intoxicando con su maloliente humo negro, producto de quemar con llantas viejas. Los que construyen se apoderan de las calzadas durante meses y los materiales de construcción afean el ornato, las combis, autos y motos se siguen lavando en las calles y el agua servida llega hasta la plaza de armas. Nuestra quebrada, da pena. Cuidar el medio ambiente, no sólo es cuidar los bosques y luchar contra la contaminación minera; es empezar por nuestros propios hogares y barrios, si queremos que nuestras familias vivan sanas.
¿Qué hacer para evitar el juicio popular condenatorio y también el celestial, si es que somos creyentes? Señores, la ciudad se pude limpiar en una semana, si todos ponemos el hombro: La MPJ debe liderar esta fácil tarea, poner más personal y comprometer a las empresas que construyen y venden materiales, a las juntas vecinales, grupos parroquiales, a los universitarios e instituciones educativas.
Antes, ya se hizo para controlar el cólera y el dengue. Por favor actuemos con rapidez, estamos EN EMERGENCIA, juntémonos con la MPJ, la Defensoría del Pueblo, la DISA, la Vicaría del Medio Ambiente, los medios de comunicación. Pongámonos todas y todos las pilas y limpiemos la ciudad. Jaén es nuestra casa que va a recibir visitas y como siempre lo hemos hecho, la casa se prepara, se acondiciona y sobre todo, se higieniza. Hace tiempo que ya no respiramos aire puro, pero es legítimo pretender un Jaén, por lo menos LIMPIO, no sólo para los ilustres visitantes. sino también para nosotros mismos.
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