Semanario ¡Nor Oriente!. Los únicos de la Región. ¨Por la Verdad, con la Verdad, hasta la Eternidad¨

miércoles, 2 de enero de 2013

Pasada la navidad la fiesta continúa


La de fiesteros a los peruanos y al mundo entero, nadie nos lo quita, ni siquiera los anuncios de la llegada del fin del mundo. Es algo así como que, «hay que tomar para olvidar las penas»: si me fue buen, celebro y hago lo mismo si estoy hasta el cogote.
   Nos interesa el vecindario de esta parte del país, de quienes conocemos muy de cerca sus problemas y también sus lados buenos de prosperidad. Los más alegres son los primeros, esos cuyos precios de las cosechas de sus fincas de café bajaron hasta lo insospechable, pero celebraron como que fuera lo contrario, de aquellos, cuyos negocios decayeron y están con notificaciones de embargo por parte de las cajas rurales y bancos a los que deben, pero también festejaron, inclusive el campesino obrero sin trabajo fijo y que hoy gana 30 y mañana y por la noche gasta 50, también festejó.
  Todo esto, por efectos de una poderosa aplanadora que como enorme avalancha de esas que produce un gigantesco tsunami,  arrastra por la PUBLICIDAD, capaces de llegar hasta el delito o la prostitución, con tal de tener dinero para festejar. A todo esto, no lo cambia ni un cataclismo, como se supone fue el diluvio universal de los tiempos bíblicos.
  Muy preocupante para quienes estamos en el torreón imaginario de la observación constante viendo cómo se acelera el fin, no del mundo, si no de la humanidad, tanto que ya ni siquiera nos anima la curiosidad de indagar en los hospitales la cantidad de heridos que llegan las madrugadas de estos festejos o en las comisarías la cantidad de denuncias que se registran por los excesos que se producen. Mucho peor en el campo de los accidentes de tránsito, muertos y heridos, rogando que en esos, no caiga alguno de nuestros familiares.
 Pero lo que el tsunami publicitario no dice, no anuncia ni pregona es: ¿QUIENES SON LOS QUE MÁS SE BENEFICIAN CON ESTOS FESTEJOS? Mientras que un niño acaricia un juguetito, un adulto un regalito de sus familiares y se lo cuentan a todos los de su entorno lo que el  imaginario papá Noel les trajo, las grandes empresas cerveceras y licoreras, como la Backus en Perú, por ejemplo, esas, no dicen nada. Los presidentes Piñera de Chile y Ollanta de Perú, prefieren dejar para que litigue la prensa el diferendo limítrofe en nuestro mar, porque ahora ese es un problema de tercer orden, el más importante es no lastimar las buenas relaciones comerciales que ni siquiera favorecen a nuestro país, si no a Chile por la millonada que tiene invertida aquí,en sus megatiendas Ripley, Saga y otras tantas, que también llenaron sus arcas a puertas abiertas con el torrente publicitario de estos días.
 Un cálculo a ojo de buen cubero, si nos habríamos ubicado en el Cruce de Chamaya para contar las trailadas de cerveza  que empezaron a pasar dos semanas antes de navidad y continúan pasando no sabemos hasta cuándo, sumarían miles de cajas de cerveza, para llenar centenares de piscinas, millones de estómagos y muchas lagunas de oxidación con los orines de miles de borrachos que festejaron y seguirán festejando en estos días. Los auspicios de estas cervecerías usted los verá hasta en la sopa, el oro que extrae Yanacocha y el que produciría Conga (no va), es una propina frente a los caudales de dinero en efectivo, constante y sonante que a diario «cosechan» estas cervecerías y a la que los grandes fiscalizadores de la gran prensa cómplice de la perdición y fin de la humanidad  no los tocan, son las vacas sagradas de nuestra economía, empezando por SUNAT y Contraloría; pero que ¡Nor Oriente! se atrase un poquito con el pago de sus contribuciones?...allí no hay contemplaciones...¡Que sigan los festejos!...
    Salvo mejor parecer.

             Nororientalmente:
             EL DIRECTOR.

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