JAEN.-(Espacio
contratado) Como para no creer, si no hubiésemos ido a comprobar la denuncia
pública que vino a formular el ciudadano Francisco Guerrero Juape, con
documentos y hasta filmaciones de cómo la gestión edilicia del señor Ananías
Fernández, hace tabla rasa inclusive de sus propias ordenanzas municipales.
El denunciante es propietario de un
establecimiento comercial de panificación
y otros, de nombre «PANIFI CADORA GUERRERO» ubicado en la calle Túpac
Amaru Nº 105 de esta ciudad. Como podrá apreciarse en la fotografía del
costado, pese a la señalización de la vereda con pintura de color amarillo que
significa PROHIBIDO ESTACIONARSE, nadie de la MPJ y PNP se atreve a poner orden
en los moto taxistas que hacen servicio a Fila Alta. Paradero «a porfía», con
el aval municipal y con la vigilancia de un efectivo policial, con increíble
permanencia en esa esquina, el mismo que se encarga, según el denunciante, de
cobrarle cupos a los moto taxistas y las trabajadoras sexuales informales que como es de dominio público,
han tomado a la esquina Mesones Muro-Tupac Amaru, como su centro de
operaciones.
Guerrero Juape, mostró copias de sus solicitudes
de reclamo al burgomaestre, incluyendo memoriales con numerosas firmas del
vecindario, pero ningún reclamo ha sido
atendido, pese a que existe una ordenanza municipal que prohíbe estacionarse a
los vehículos mayores y menores en lugares como el mencionado, el mismo alcalde
en un de sus resoluciones se contradice, según el denunciante, los favorece
porque le apoyaron en la campaña y le siguen ofreciendo apoyo para su
reelección.
Pero no solamente la protección municipal,
Guerrero Juape, manifestó que, «extrañamente el policía que aparece en la
fotografía de carátula, de nombre JUAN RIVAS, lleva más de un año en ese lugar,
como si fuera su único centro de trabajo, llega a partir de las 8 a.m. se va
a almorzar y retorna nuevamente a cuidar
a los mototaxistas y a las prostitutas,
inclusive nos mostró las filmaciones que le ha hecho, cuando está
cobrando cupos y en otras, se mete al negocio de la esquina para evitar ser
fotografiado y adentro empalma con los «clientes». Con todo ese material de
pruebas y evidencias fue a quejarlo a la
Comisaría acompañado del Dr. Pedro Falla Lamadrid. El Comisario les escuchó
simplemente, no tomó nota y no pasó nada». Puntualiza.
Por todo lo cual, le aconsejaron dijo, venga
a poner su denuncia pública en este vocero.
Guerrero Juape se queja, porque este paradero
ilegal que protege el alcalde y la policía le perjudican enormemente sus
actividades comerciales, debido a que los arrebatadores están en el mismo lugar
y no puede descuidarse de su negocio porque le roban y a veces llega el colmo,
cuando algunas trabajadoras sexuales ambulantes se detienen en la puerta de su
panificadora a hacer tratos con sus clientes para sus trabajos sexuales. Todo
esto, en el lugar de mayor movimiento de transeúntes y comerciantes, de la
ciudad, entrada principal de todos los visitantes.
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