Desde esta tribuna,
saludamos la oportuna iniciativa de
nuestro congresista Mesías Guevara Aman sifuen. Iniciativa que deseamos no
quede en el mero enunciado si no que cumpla su cometido.
En las dos últimas décadas los peruanos
estamos asistiendo como testigos impotentes ver que nuestro país en forma
acelerada se va convirtiendo en un NARCO-ESTADO que tuvo su máxima expresión en
el NARCO AVION presidencial del ex
presidente Alberto Fujimori, escándalo que fue aplastado por la prensa y
periodistas mercenarios adquiridos por
el socio de este gobernante, Vladimiro Montesinos y no pasó nada; pero no
solamente droga en los aviones.
Paralelo a esas retorcidas maniobras para
hacer de los valles de Huallaga un emporio inmenso productor de coca, el
gobierno de Fujimori les dio otra «herramienta» para enriquecimiento al
privatizar o mercantilizar la educación desde la inicial hasta la
universitaria; empezaron a formarse numerosas empresas con empresarios de la
educación y desde allí salen también
«profesionales» como por un tubo por esas universidades de muy dudosos orígenes
en sus capitales y accionistas. A partir de aquellas épocas tenemos ahora al
por mayor licenciados y doctores en casi
todas las profesiones, aunque laborando como taxistas o comerciantes
ambulantes, las universidades privadas siguieron proliferando, como actividad
paralela a la del narcotráfico. Ambas colocaron a manera de topos, socios o
representantes en el Congreso de la República.
Tanto las actividades ilícitas del
narcotráfico que se extienden en todo el país, lo mismo las universidades
privadas con sus filiales, nadie los para, a pesar de la nueva ley
universitaria, las críticas y censuras, etc. hay universidades hasta en
caseríos y nadie podrá asegurar que ha mejorado la calidad de nuestra educación
y la de nuestros profesionales. En la misma proporción van apareciendo
candidatos que para estas lides electorales están haciendo gala de derroche con
millonarias campañas que incluyen banquetes, agasajos y regalos, además de
fluída, frondosa y arrolladora publicidad, nunca antes vista, muy extraña y
sospechosa.
El campanazo de alerta lo dio recientemente
el narco candidato a la provincia de Barranca-Lima por el fujimorismo a quien
le incautaron 300 kg de clorhidrato de cocaína camuflados en su camión de
campaña.
A esta evidencia objetiva (redundancia incluida)
le agregamos la sonora denuncia que se está haciendo pública contra un
candidato a la presidencia regional de
Amazonas; más las reiteradas denuncias que está haciendo el congresista Mesías
Guevara contra el candidato Osías Ramírez, quien hasta el presente ya habría
invertido CINCO MILLONES DE SOLES en propaganda electoral, al que se suma la
exigencia del ministro del Interior para investigar a estos candidatos, la
situación va tomando ribetes inconmensurables; por eso, saludamos la iniciativa
de Mesías Guevara para que se forme una comisión especial en el Congreso para
investigar a los NARCO CANDIDATOS, con la preocupación que tal comisión podría
ser copada por los enlaces o puntales que tienen éstos en el Legislativo.
Sumados los sueldos de 4 años los presidentes
regionales, no llegan ni a 600 mil; lo mismo para alcaldes, ni a 300 mil. De
ahí a que inviertan millones para percibir tan poco por tanta inversión?...
El Estado debió ponerles lupa hace mucho
tiempo, sin embargo una extraña indiferencia sigue permitiendo el avance de los
«narco inversionistas» en estas campañas electorales. Estamos advertidos.
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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