Culminado el partido, (de fútbol) los
comentarios y comentaristas no se hacen esperar y aquí colocamos un apretado
resumen que hemos recogido desde el día que la balanza se inclinó a favor del
cercano contendor del vacado alcalde, candidato
a porfía Gilmer Ananías.
Primero: su
enfermiza obsesión, no tanto por recuperar su sillón municipal del que fue
defenestrado; si no que, a decir de personas de su cercano entorno, solía
comentar lo siguiente: «la gente me quiere, me pide que siga»; «quiero
demostrarles que sí puedo; que fueron injustos conmigo y el pueblo me volverá a
elegir»...Estas, entre otras tantas en su delirante deseo por volver a ser
alcalde.
Segundo:
Cuando nos referimos a que «el pueblo lo quiere, le pide, le ruega...», no es
otra que los comunicadores de su entorno, para justificar las propinas que les
daba, le compensaban con falsos argumentos, colocando a determinados
incondicionales que salían a defenderlo; pero no se tomaron el trabajo de
sondear o percibir el sentimiento de repulsa que cada vez se agudizaba en
amplios sectores de la ciudad y distritos. A este corrupto le gusta que lo
alaben, que le digan que todo lo que hace o dice está bien y que le aplaudan,
que le digan que es bien hermoso, que sus discursos son lo máximo y convence a
todos.
Tercero:
soberbio, patán, mal educado, grosero y prepotente; típico comportamiento de
los espíritus mezquinos, ramplones y
psicópatas, cualidades que le fueron pintando una imagen repulsiva. Tuvo su estallido cuando se
atrevió visitar el mercado «28 de Julio», acompañado de su séquito de ayayeros
y guardaespaldas. Uno de los comerciantes le dijo lo que nadie pudo decirle, en
su cara pelada, además lo dejó con la mano extendida, como muestra del peor
desaire y total rechazo que no venía de uno, si no, de muchos.
Cuarto
: más allá de la cerrada y férrea oposición de estos DOS UNICOS MEDIOS(¡Nor
Oriente! y «Palabra Viva»), la repulsa
por sus actos fue abriéndose en diversos frentes que fueron debilitándole más
su magullada imagen.
Quinto:
Ananías cometió gravísimo error por su desesperación, al ser
vacado POR CORRUPTO, con doble denuncia derivada de esa vacancia por el JNE,
una por calumniar que le pidieron 400 mil en el JNE y otra por haber negociado
los terrenos del pueblo (actualmente en camino ambas). Por sobre todo ese
escándalo, volvió por la reelección.
Sexto: a todo esto le agregamos
los excesos cometidos contra la señora Notario Mónica Ruiz Castillo, a quien,
para tapar sus inmoralidades en la venta de terrenos de la comuna, la acuso,
denunciándola ante la Fiscalía y una brutal campaña demoledora en sus medios de
prensa alquilados, en el sentido que élla legalizó una firma que no fue suya y
que inclusive hasta le falsificaron su huella digital y la Notario lo legalizó.
En vísperas de las elecciones se destapó LA VERDAD y la Notario salió por todos
los medios a dar cuenta de las vilezas de este candidato. Fue algo así como el
tiro de gracia que sepultó literalmente a este obsesionado politiquero.
¿Cuánto pierde este corrupto?
Aunque les
parezca mentira, a decir de personas de su más íntimo entorno, con las que
hemos podido conversar, Gilmer Ananías NO PIERDE NADA. Bueno, eso es lo
que nos dijeron y saben ¿quiénes pierden? LOS COJUDOS angurrientos, a
quienes este embustero, les mostró encuestas que le favorecían, les hizo creer
que él sería el ganador.
Fiel a su
estilo mafioso, se aferró a sus DIEZMEROS, a esos numerosos
«empresarios», que hicieron fortuna con LAS NUMEROSAS obras
que este sinvergüenza subastó al mejor postor y al que más diezmos le rendía. Estos
fueron los inversionistas que inclusive
para su viaje a Lima, donde se lo almorzaron con todo zapatos (como a todo
provinciano, de esos de Bambamarca), les sacó a uno 100 mil soles, a otro 50
mil y así fue armando su bolsa para dizqué darle a los que iban a favorecerle en
sus reclamos ante el JNE.
Pero no
solamente hicieron su «chanchota»
para que viaje a Lima. Estas «bolsas» o «chanchas» las hizo desde el inicio de su campaña, que
como pudimos ver fue extremadamente ostentosa, no dejó una pared sin
pintar su propaganda, sin colocar sus gigantografías, además de una intensiva y
desesperada difusión a través de todos los medios manejados por SUS PERROS, de presa unos, de huesos
chupados otros; pero todos estuvieron formando el coro monofónico de su propaganda «el buen amigo»,
«buen vecino», que lo quieren ver muerto, etc.
Su
última pendejada
El pretender hacerse la víctima, con el coro
de sus perros, en el sentido que le mandaron mensaje amenazándolo vía celular,
que no tuvo acogida y lo último, el haber hecho reventar un «cuete» de carrizo
en su vivienda, donde guardaría sus millones en efectivo, como dimos cuenta en
su oportunidad, por tanto, está más
resguardada que Palacio de Gobierno. Pero su desesperación lo llevó a montar
esa payasada, que solamente le creyeron sus perros que la difundieron. Lo
demás, ya lo sabemos.
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