Desde hace 194 años por
estos días sigue prevaleciendo la tradición del patrioterismo, algo similar
cuando los mundanos van a misa los domingos para golpearse el pecho, tragar
hostias y regresar para seguir haciendo más de lo mismo.
Y la «culpa no es de la vaca», parafraseando
a ese popular librito educador, si no de los que hacen creer a los peruanos que
sólo por estos días hay que exhibir los símbolos patrios, colocarse una
escarapelita al pecho, poner la bandera peruana en nuestras viviendas, hasta
que pase el 28 y en los días siguientes; el Perú «es una mierda», con asaltos y
robos, televisión y prensa basura; chismes e insultos en el Congreso entre los
«padres de la patria»(?); robos y peculados (que es lo mismo) en los gobiernos
regionales y municipalidades, etc. Sólo en los cuarteles del Ejército se
pregona y practica todos los días ese sentimiento que irónicamente su praxis
fue negada por el recordado general Juan
Velasco Alvarado, su promiendo la IPM en los colegios. En los cuarteles se
educa el sentimiento que «primero Dios, después tu madre y tu patria o tu
bandera» y la besan o la adoran.
Tremenda descomposición peruanística que nos
avasalla, no podría ser reivindicada con ademanes teatrales de desfiles,
paradas militares, etc, para seguir estropeando la peruanidad con músicas
extranjerizantes en inglés, aunque los cholos que las cantan no entiendan ni
michi de ese idioma. Vean los programas
televisivos, escuchen los programas radiales, en los que la PERUANIDAD ni
siquiera tiene asomo, excepto algunos medios que le dedican UNA HORA para la
música nuestra. Todo, ante la cruel indiferencia de quienes dirigen los
destinos del Perú y que solamente en estos días, fingen y ensayan mostrarse
como patriotas.
Como diría el Dr. René Correa Castrejón: «Me
da asco todo esto» ¿Qué viva el Perú? ¡La tuya carajo!
EL DIRECTOR.
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