Reunión Binacional

No hemos cambiado nada  

 El martes último por la tarde participé de una de las tantas que se vienen, reuniones «preparatorias» previas a la Novena Reunión Binacional de Gabinetes  de Ecuador-Perú a realizarse en octubre próximo. En el oficio de invitación decía en su parte final «...contar con su presencia y con sus mejores propuestas...».

  Pero, sólo fue para escuchar más de lo mismo, la misma chárachara de los alcaldes o sus representantes que vinieron «porque sus titulares estaban muy ocupados». Con lo que querían decir, que no les interesaba tal reunión y menos el «gran evento binacional»; pero como de palamentar se trataba, el micrófono es dulce y se pega en la boca y empezamos a escuchar a ciertos representantes, inclusive exponer sus propuestas, hablando de distritos de extrema pobreza, como que tal evento teatral político circense, va a ser la panacea que va a curar todos los males de estos pueblos. Otros, como el alcalde de Bellavista, no perdió la ocasión para meter su proyectazo del puente sobre el Marañón; etc. por sobre todo, evidenciando costumbres y estilos de hace miles de años, cuando los súbditos se preparaban para recibir a sus reyes que llegaban acompañados de enormes séquitos de cortesanos y cortesanas. Aquí en Jaén, ya tienen preparado el mejor hotel «cinco estrellas» para que se alojen los mandatarios, ya alistan el aeropuerto de Shumba y un jefe policial que  no se quedó, hablando también de seguridades, inteligencias; se supone que para aquellos dos días la casa estará limpia y las basuritas las pondremos bajo la alfombra para que los ilustrísimos visitantes no se den cuenta.

  Me «enfrié» un poco cuando el anfitrión principal para dicha reunión, el Alcalde de Jaén, llegó con mucho retraso, cargado de explicaciones y disculpas y no habló más de 4 minutos, el resto fue más de lo mismo, escuchando atosigantes ponencias.

  ¿Cuántas más de estas reuniones tendremos?

  No lo sabemos; pero sí ya hay viajes a Lima para más reuniones en agenda y lo único que nos queda a los que estamos en las tribunas es rezar para que esta «novena» reunión, no sea una más de las tantas que ya se dieron y al día siguiente de la borrachera demagógica, la resaca nos duela más por los gastos  efectuados y sus pobres resultados.

             Nororientalmente: EL DIRECTOR.