Las lluvias que nos están azotando, están dejando en el más vergonzoso ridículo a los metereólogos, ingenieros, geólogos, arquitectos y demás «altos» profesionales y científicos, que no acertaron UNA y ni siquiera los mentecatos o mentecatas que se hacen llamar «clarividentes», la vieron en sus bolas de cristal todas estas desgracias que nos están asfixiando y ya los voceros del gobierno empiezan adelantar que para reconstruir todos estos daños, tendrán que pasar unos 20 años y que las cifras de las pérdidas se incrementan cada día y ya no alcanzan en las calculadoras de nuestros estadistas.
En el Imperio Romano de comienzos de nuestra era, a éstos, ya los hubiesen mandado a la horca, por inútiles; pero aquí, los nombran como ministros y algo más.Y espérense la ratería que se puede producir para manejar los millones de dólares, víveres o medicinas que están llegando como ayuda de otros países. Los familiares de Fujimori se enriquecieron con la ropa usada que envió Japón y qué duda cabe que no vuelva a repetirse tales latrocinios, si tenemos entre los gobernantes a seguidores del encarcelado presidente.Con el Terremoto de Ica-Chincha los apristas de ese entonces también se lucraron. De modo que, habría que estar prevenidos para no alarmarnos tanto si la ayuda que llega, no cumple su objetivo.
Si la reconstrucción durará 20 años, ¿se incluirá en esa reconstrucción una replanificación de las ciudades? Con nuevos trazos de calles, con drenajes totalmente distintos a los que colapsaron?
Conociendo a nuestros compatriotas, dudamos mucho que así lo hagan.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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