La semana transcurrida volvió a calentar la opinión ciudadana el rescoldo noticioso del narcotráfico al más alto nivel, con el congresista del fujimorismo EDWIN VERGARA,a quien lo ubicaron con abundantes pruebas como amigo y socio de un cabecilla narcotraficante colombiano, los viajes que hizo a Colombia, las reuniones que sostuvo, las propiedades que maneja en Abancay, etc.
Como estilan éstos, de inmediato hizo la finta ALANISTA (de Alan García Pérez) «A mi que me investiguen, me pongo a derecho, yo no fui, son calumnias», etc. y hasta soltó tremendas lágrimas en una entrevista televisiva ¡Pobrecito!, habrían dicho muchos.
Pero, después de tanto teatro habría que preguntarse ¿Cuántos delincuentes que caen o son sorprendidos in flagranti tienen la valentía de declararse convictos y confesos?...Las pruebas son abrumadoras; pero este personaje ya tiene PODER POLITICO y como se ve y se palpa, desde el Congreso se nombran a los más altos funcionarios o autoridades que dirigen los destinos del país, empezando por un juez, etc. entonces no será tan fácil ver a este congresista enmarrocado y trasladado a una carceleta para empezar.
LO MÁS PREOCUPANTE para quienes estamos pendientes de estos sucesos es que, no solamente hay presuntos narcotraficantes en el Congreso, también los hay en muchas partes del país, como alcaldes, gobernantes regionales, etc. y véanlos encumbrarse invirtiendo grandes sumas de dinero que no es para hacer el bien al país, si no para blindarse, asegurar sus riquezas y volverse intocables para seguir con sus negocios ilícitos, a punta de amenazas y atentados ¿Quién los para?...
Es lamentable reconocer, aunque Ud. no quiera, que las grandes organizaciones de mafiosos, poco a poco están encumbrándose para protegerse más y gobernar a su antojo.
Salvo mejor parecer...
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