No es una parodia y mucho
menos una analogía a las sabias
enseñanzas cristianas, esencialmente las contenidas en las Bienaventuranzas
(Mateo 5: 3-12). Es nuestro punto de vista, recogido de la experiencia
cotidiana.
Un simple ejemplo nos ilustrará mejor: el
clima ha cambiado abruptamente, se difunde intensivamente desde la Capital,
protegerse con bloqueadores y bronceadores; las lluvias desordenadamente causan
estragos y tragedias en países y continentes. Los ríos y cataratas se congelan
por temperaturas que se ubican en récords históricos por debajo de los 50
grados y difunden fotografías como «extraordinarios paisajes», etc.
¡Qué tal manera de contribuir a la ignorancia
de la gente que adormece los sentidos y nubla totalmente el pensamiento!
Nuestro planeta se está arruinando por todo lo que hacen las llamadas grandes
potencias y a ellas las está castigando primero; pero para quienes digitan la
opinión y las mentes del mundo, las explicaciones son como tienen que darlas,
para que no sospechen que son los principales causantes.
Pero como dijimos, es UN SIMPLE EJEMPLO de
cómo la ignorancia nos hace vivir despreocupados, amodorrados y hasta nos hace
alegrarnos con fiestas y jaranas, como que no pasa nada.
Tal situación muy real, la trasladamos ahora
a lo que se anuncia para las contiendas electorales que ya están tocando
nuestras puertas. Aquí, los estilistas de la publicidad, los maquilladores de
corruptos, a esos que los pintan como angelitos, cuando por dentro son los
mismísimos satanases, van a estar muy ocupados y tendrán numerosos clientes,
tal como se les ve perfilarse a varios que empiezan a reciclarse saliendo de
las letrinas, sacudiéndose la mierda que los cubrió hace un tiempo y ahora,
bañaditos y perfumados, por esos que nunca faltan, se alistan para hacer lo que
siempre hicieron: ofrecer, prometer y engatusar con refinados métodos.
Son éstos los que hacen felices a los
ignorantes (palabra que incluye no sólo a los que no saben leer o escribir, también
a los letrados o instruidos; pero que han perdido la brújula de sus valores),
porque les pintan mundos irreales, les hacen creer que tienen la vara mágica
del mago de Ozz, el bastón de Moisés o el poder de Napoleón, de allí la
importancia de promover el analfabetismo con fútbol, autorizaciones para
discotecas, cantinas por todos los lados de la ciudad, desparramando cemento
por las calles hasta para los ladrones, como que con eso se elevaría el nivel
cultural de un pueblo. Tenemos muy cerca entre otros, dos distritos, cuyos
alcaldes no le tienen miedo a ¡NOR ORIENTE! y nos invitan para ver y constatar
lo que hacen y lo que están haciendo es ESO, promover cultura, impulsar
la educación, construyendo infraestructuras para las instituciones educativas, pagando
profesores para que en esta temporada vacacional, estudien cursos
complementarios para instruirse mejor, a sabiendas que un pueblo educado o instruido, jamás se
dejará engañara por los sinvergüenzas, esto, parafraseando al presidente
uruguayo José Mujica.
Teniendo en cuenta esta posición sólida
frente a nuestros pueblos, que fue uno de los pilares fundamentales en los que
sentó sus bases este Semanario desde su edición NUMERO UNO, como verán, no
hemos bajado la guardia, ni la bajaremos; porque nos da mucha pena ver gente
alegre que ignora que le están robando, gente que celebra, pero no sabe que la
están matando social y culturalmente; tan igual como un paciente que tiene
cáncer terminal y sus médicos le engañan que no tiene nada. Prohibido dejarse engatusar,
no por nada el cuento de LA CAPERUCITA
se hizo universal; porque lobos como los del cuentito aquel, los tenemos al
lado de nuestras viviendas o a la vuelta de la esquina. No vio cómo uno de
estos, con la Biblia bajo el sobaco y con la cara de cojudo se echó al bolsillo
a todos los que le creyeron, llegó al gobierno local y se echó a su alforja a
casi toda la ciudad robándole sus áreas libres y todo cuanto pudo y puede?
Salvo mejor parecer.
Nororientalmente:
EL DIRECTOR.
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