¿Hasta cuándo el negocio de la «clínica municipal»?

  Cuando aún estaba en funciones el ex-alcalde Gilmer Fernández, una comisión de regidores presidida por la señora María Vila Benites, dieron cuenta del enorme forado presupuestal que representa para el erario municipal el mantenimiento de la llamada «clínica municipal», que, como se denunció en este semanario, el propietario real es el padre del regidor ADELINO VILLANUEVA, conforme lo comprobamos  cuando nos desplazamos hasta Joronga Alto para entrevistar al supuesto propietario, un humilde campesino que al vernos, huyó de la prensa.
  En la parte baja los pobladores del lugar nos informaron que dicho edificio es de propiedad del papá del referido regidor, que de paso ya está como candidato para la alcaldía de  Colasay.
  Eran SETENTA MIL SOLES MENSUALES que nos costaba a todos los jaeneses su sostenimiento de dicha clínica, que más sirve para  los acomodos de los allegados del alcalde, antes que para los fines pretendidos.
  Al haber sido vacado el auspiciador de este otro monumento a la corrupción, se esperaba que el TRANSITORIO Llique Ventura, enmendaría esta vergüenza pública; pero al parecer, también tiene allí sus intereses y no lo hace; pero curiosamente, los regidores que antes protestaban por esta «clínica», han enmudecido y nada dicen ni hacen para corregirla y resarcirle al pueblo el grave daño causado por las corruptelas edilicias.