Cada vez me anima la
inquietud por entender más a los humanos, cuando se difunde en los medios
enormes campañas para proteger animales;
hasta se han promulgado leyes y hay encarcelados para los que abusaron de los
indefensos; en el colmo de la sensibilidad, la Policía en Lima tiene conformada
una nueva unidad policial que le llama «Orejitas» y se encarga de dar protección
a todo perro, gato, rata o ratón en estado de abandono y profundizando mis
reflexiones me pregunto ¿SERÁ VERDAD TANTA SENSIBILIDAD?
Y cuando veo por las calles o los parques,
gente abandonada a su suerte, viviendo a la intemperie, niños en andrajos
recogiendo alimentos que se botan para la basura y de otro lado, ciertas personas con su perrito vestido
contranatura (porque le causan incomodidad) fungiendo de pitucos modernos de
barriada, no importa que vivan en una pocilga, empiezo a entender la verdadera
MISERIA HUMANA, que no está en un animal o una persona en abandono que se
recoge, si no, en los mismos que se hacen publicitar para que digan que son
«humanitarios»; tan igual como el político que sale a brindar ayuda a
damnificados o necesitados; pero acompañado de un séquito de periodistas,
cámaras y reflectores; son éstos los que deberían ser reclutados de la
sociedad; pero para mandarlos al relleno sanitario. En el colmo de los colmos,
en la reciente emergencia en Chile por un incendio, el presidente peruano envió
ayuda en aviones y camiones; es decir, todo un circo de estupideces, cuando los
que más ayuda necesitan son los que viven en los llamados cinturones de miseria
de la gran Lima, allí nomás en las narices de los gobernantes; pero la hipocresía
y la falacia son el mejor pastillaje que
envuelve a la porquería que llevamos por dentro y nos muestra como purificados
y santificados...
Malditos sean otra vez estos hipócritas.
Salvo mejor parecer...
Nororientalmente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario